Los mercados financieros reaccionaron positivamente tras la publicación del Índice de Precios al Consumidor por parte del Indec. El dato reflejó una inflación mensual del 2,2%, la más baja desde julio de 2020, y un acumulado interanual del 84%, rompiendo así el piso del 100% por primera vez en dos años. Esta desaceleración de los precios impulsó el valor de los activos locales, con subas en bonos, acciones y una recuperación moderada en los mercados cambiarios.
Repunte del mercado accionario y bonos soberanos
El optimismo generado por los datos de inflación se tradujo en una mejora generalizada de los activos argentinos. El índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires subió un 3%, cerrando en 2.353.744 puntos, a pesar de haber acumulado una pérdida promedio del 9,8% en lo que va del año. En Wall Street, los ADR de empresas argentinas cotizadas en Nueva York registraron avances de hasta el 5%, destacándose Transportadora Gas del Sur como la mayor ganadora.
Por su parte, los bonos soberanos en dólares también experimentaron una recuperación, con un aumento promedio del 1%. Sin embargo, el riesgo país, medido por JP Morgan, se mantuvo estable en 675 puntos básicos debido a la caída en la tasa de retorno de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, lo que compensó parcialmente la suba de los títulos argentinos.
“Creemos que el impresionante repunte desde niveles muy afectados ha traído valoraciones cercanas a un punto en el que los mercados de deuda argentinos se están volviendo a normalizar”, señaló un informe de JP Morgan, reflejando la mejora en la percepción de los inversores sobre la situación financiera del país.
Impacto de la política económica
El contexto financiero local sigue marcado por la expectativa en torno a un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que permitiría reforzar las reservas del Banco Central y avanzar en el proceso de normalización de la economía. La actual administración ha enfocado sus esfuerzos en reducir el déficit fiscal y controlar la emisión monetaria, con el objetivo de consolidar un esquema financiero sostenible a largo plazo.
La política de ajuste implementada por el gobierno de Javier Milei ha generado un cambio en la dinámica del mercado, reduciendo las presiones inflacionarias y mejorando la confianza de los inversores. “El Gobierno interpretó la baja demanda de instrumentos dollar-linked como una señal de que el mercado no ve una sobrevaluación del tipo de cambio y, por lo tanto, no está dispuesto a pagar por cobertura ante una posible devaluación”, explicó Max Capital en su informe diario.
Movimientos en el mercado cambiario
En el segmento cambiario, el dólar libre subió por tercer día consecutivo, cerrando la jornada en $1.225 para la venta, lo que representa un incremento de cinco pesos o un 0,4%. A pesar de este leve ascenso, la divisa informal aún cotiza cinco pesos por debajo del valor de cierre de 2024, cuando se ubicó en $1.230.
Por otro lado, el dólar mayorista avanzó un peso en la jornada, alcanzando los $1.057,75, con una brecha cambiaria del 15,8%. La actividad en el mercado mayorista fue reducida, con un volumen operado de USD 237,2 millones, siendo la jornada de menor actividad en febrero. En este contexto, el Banco Central compró solo 4 millones de dólares, manteniendo en el mes un saldo comprador de USD 824 millones, consolidando siete meses consecutivos con resultado positivo en sus intervenciones.
Las reservas internacionales registraron una baja de USD 30 millones, ubicándose en USD 28.893 millones, aunque en el acumulado de febrero reflejan un incremento de 586 millones de dólares, en línea con la estrategia de fortalecimiento de activos del Banco Central.
Emisión de deuda y confianza en el mercado
El Ministerio de Economía realizó una licitación de bonos en pesos con una adjudicación total de 5,2 billones de pesos (aproximadamente USD 4.925 millones al tipo de cambio oficial), destinada a cubrir vencimientos de corto plazo. La operación evidenció un menor interés por los bonos ajustados por tipo de cambio, lo que sugiere una reducción en las expectativas de una devaluación abrupta en el corto plazo.
La mejora en las variables financieras y el descenso en la inflación generan un clima de optimismo moderado en el mercado, reflejando la percepción de que las políticas económicas implementadas están logrando estabilizar el sistema financiero. No obstante, el desafío sigue siendo consolidar este proceso y continuar generando confianza en los inversores tanto locales como internacionales.
En este contexto, la administración de Javier Milei apuesta por mantener el rumbo de ajuste fiscal y estabilidad monetaria como pilares fundamentales para la recuperación económica. La disminución de la inflación y el rebote en los activos financieros refuerzan la expectativa de que Argentina pueda avanzar hacia una mayor normalización de su economía, atrayendo nuevas inversiones y reduciendo la volatilidad del mercado.