Con la llegada de la primavera y los primeros días de calor, los mosquitos vuelven a ser una preocupación, y con ellos, el temor a un nuevo brote de dengue. Este escenario ha generado una fuerte demanda de repelentes en farmacias y supermercados, donde se observa un stock limitado, poca variedad y precios que han comenzado a dispararse, a pesar de que la producción se ha duplicado.
Una fuente cercana a la multinacional SC Johnson, responsable de marcas líderes como OFF!, Fuyi, Raid y Baygon, que concentra más del 80% de las ventas en el sector, aseguró: “Se está trabajando 24/7 para cubrir la alta demanda prevista para el verano, con una producción que ya se ha duplicado. Actualmente, no tenemos problemas de materia prima y estamos abasteciendo sin inconvenientes”.
Lo que está ocurriendo, según el análisis de la empresa, es que los consumidores están comprando repelentes en grandes cantidades, “no por necesidad inmediata, sino para evitar faltantes futuros”. Este comportamiento responde al pico histórico de dengue registrado entre marzo y abril de este año en Argentina, que dejó más de 160 muertes y en cuyo momento conseguir repelentes fue prácticamente imposible.
Ante esa crisis, SC Johnson no pudo satisfacer la demanda y recurrió a la importación de 120.000 unidades desde Polonia. Sin embargo, para este verano no está previsto importar productos, ya que la empresa está coordinando con las autoridades sanitarias para garantizar el abastecimiento. “En marzo, la demanda aumentó un 300%, y esperamos cifras similares para la próxima temporada estival”, añadieron desde la compañía.
Dificultades para encontrar repelentes
A pesar del esfuerzo de las empresas, encontrar repelentes sigue siendo complicado. Un relevamiento en los principales supermercados y farmacias del país revela que el stock es prácticamente inexistente y los precios se han cuadruplicado desde marzo. Por ejemplo, el OFF! en aerosol de 170 ml, que a comienzos de año costaba $2.700, hoy se vende por hasta $15.000 en los pocos puntos de venta que lo tienen disponible.
Desde SC Johnson especulan que muchos comerciantes están reteniendo el stock a la espera de un nuevo brote de dengue. “Estamos viendo que la gente compra en cantidad, algo que antes no sucedía. Quieren asegurarse de no quedarse sin repelentes en el futuro”, explicaron.
Por otro lado, desde la empresa nacional Algabo, fabricante de la línea de repelentes Vais, explicaron que han triplicado la producción y que no enfrentan problemas con el abastecimiento de materia prima, especialmente de DEET, el componente activo en la mayoría de los repelentes. “Este mes ya superamos los 2 millones de unidades producidas, lo mismo que habíamos fabricado en todo el primer semestre”, señaló Andrés Bollati, gerente de operaciones de Algabo.
A pesar de este aumento en la producción, la empresa se ha visto obligada a reorganizar sus procesos debido a la creciente demanda, que pasó de abastecer el 13% del mercado al 60%, lo que ha provocado retrasos en los tiempos de entrega.
Perspectivas para el verano
Con el pronóstico de un posible nuevo brote de dengue en el verano, la situación es preocupante. Desde Algabo, que actualmente representa el 35% del mercado, admiten que la demanda ya ha alcanzado casi el 50%, lo que ha generado dificultades en las entregas, incluso con la plena capacidad operativa.
La empresa abastece principalmente a supermercados, droguerías, mayoristas y farmacias, además de contar con una estructura de e-commerce que procesa hasta 500 pedidos diarios. Sin embargo, algunos productos pueden aparecer como agotados en su tienda online debido a la alta demanda.
Por su parte, una de las principales cadenas de supermercados reconoció la escasez de stock en sus góndolas y expresó su deseo de importar repelentes directamente, aunque aún no han conseguido la autorización de ANMAT.
De cara al próximo verano, las perspectivas no son del todo alentadoras. “No contamos con el stock necesario para enfrentar una demanda que es constante”, concluyeron desde SC Johnson, anticipando una posible escasez en el mercado.