Con el fin de preservar el bienestar de los jubilados y pensionados, el Programa de Atención Médica Integral (PAMI) tiene habilitados un sinfín de beneficios y descuentos para sus afiliados. Uno de los más conocidos es el uso de recetas electrónicas, las cuales aminoran la dificultad a la hora de retirar los medicamentos indicados por un profesional.
Sin embargo, hay que saber que las recetas electrónicas pierden su validez con el pasar de los días. En el caso del programa que reúne a millones de jubilados y pensionados, esta modalidad tiene vigencia de 150 días a partir de que el especialista la generó ante las necesidades del paciente de turno, por lo que es necesario adquirir una nueva si se venció.
En caso de que el jubilado o pensionado no haya podido conseguir la medicación en el rango de tiempo estipulado, deberá volver a realizar el trámite con el objetivo de obtener 150 días nuevamente y comprar la medicación en la farmacia estipulada o, en algunos casos, en la de su cercanía o preferencia para realizar dicha transacción.
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Si la persona jubilada o pensionada necesita una receta deberá pedirle a su médico de cabecera mediante el “PAMI Responde”, o también a través de correo electrónico. El profesional a cargo del paciente tendrá la obligación de completar todos los datos del afiliado e indicar cuál es la medicación que requiere, también teniendo en cuenta que deberá incluir su firma electrónica para validez de la misma.
Cuando el médico termine de completar todos los detalles de la receta electrónica, este deberá subirlo al sistema de forma automática para que quede registrada en el sistema y el afiliado pueda solicitarla en cualquiera de las farmacias afiliadas a la obra social.