A partir del 23 de marzo de 2025, en Argentina dejará de estar vigente la moratoria previsional que permite a muchas personas acceder a la jubilación sin contar con los 30 años de aportes exigidos por la ley.
La medida fue establecida por la Ley 27.705 en marzo de 2023 con un plazo de vigencia de dos años, y hasta el momento no hay indicios de que el gobierno de Javier Milei implemente una nueva prórroga o un plan alternativo para quienes no logren cumplir con los requisitos.
Esto significa que, a partir de esa fecha, quienes alcancen la edad jubilatoria y no tengan los aportes suficientes no podrán acceder a una jubilación regular. En su lugar, deberán recurrir a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), una prestación no contributiva destinada a personas en situación de vulnerabilidad.
El impacto del fin de la moratoria
Desde hace más de una década, la mayoría de las nuevas jubilaciones en Argentina han sido obtenidas a través de moratorias previsionales. Se estima que más de dos tercios de las prestaciones actualmente en curso fueron tramitadas mediante este sistema. Según datos de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), alrededor de 3,8 millones de personas accedieron a la jubilación de esta manera.
El sistema permitía a quienes habían alcanzado la edad jubilatoria adquirir aportes de manera retroactiva por períodos anteriores a 2009. En lugar de abonar el total de la deuda de una sola vez, los beneficiarios recibían su jubilación con un descuento mensual destinado a saldar la compra de los años de aportes faltantes.
El fin de la moratoria afectará a muchas personas que han trabajado durante gran parte de su vida pero no lograron completar los 30 años de aportes obligatorios. En este universo existen casos diversos:
- Personas que trabajaron en empleos informales sin aportes.
- Trabajadores autónomos o monotributistas que no pudieron sostener los pagos durante toda su vida laboral.
- Individuos que realizaron aportes por períodos prolongados, pero no llegaron a cumplir el mínimo requerido.
Para muchos de ellos, la única alternativa será la PUAM, aunque no todos podrán acceder a ella.
Qué es la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM)
La PUAM es una prestación creada en 2016 destinada a personas de 65 años o más que no cuenten con los aportes necesarios para acceder a una jubilación contributiva. A diferencia de la jubilación ordinaria, no es heredable y solo la pueden recibir quienes acrediten estar en una situación de vulnerabilidad económica.
El monto de la PUAM equivale al 80% del haber mínimo jubilatorio, por lo que sus beneficiarios cobran menos que quienes acceden a la jubilación regular. En febrero de 2025, el valor de la PUAM será de $288.469,20, incluyendo el refuerzo de $70.000 otorgado por el gobierno.
Actualmente, unas 194.000 personas perciben esta pensión, según datos oficiales. Sin embargo, no todos los adultos mayores sin aportes podrán acceder a la PUAM, ya que la asignación de este beneficio está sujeta a criterios socioeconómicos estrictos.
Diferencias entre la jubilación por moratoria y la PUAM
Con la eliminación de la moratoria, se profundizará la diferencia entre quienes lograron acceder a la jubilación con aportes completos y quienes solo podrán obtener la PUAM.
Concepto | Jubilación con aportes/moratoria | PUAM |
---|---|---|
Edad de acceso | 60 años (mujeres) / 65 años (hombres) | 65 años (ambos sexos) |
Aportes requeridos | 30 años | No requiere aportes |
Monto | Haber mínimo más refuerzos ($343.086 en febrero 2025) | 80% del haber mínimo ($288.469,20 en febrero 2025) |
Posibilidad de pensión por fallecimiento | Sí | No |
Evaluación socioeconómica | Solo en moratoria | Sí, obligatoria |
El gobierno justifica esta decisión argumentando que la moratoria generaba desequilibrios en el sistema previsional, ya que permitía que muchas personas accedieran a una jubilación sin haber realizado suficientes aportes. Según fuentes oficiales, este mecanismo ponía en riesgo la sustentabilidad del sistema y resultaba injusto para quienes habían cumplido con los 30 años de contribuciones.
El futuro del sistema previsional
Desde el gobierno de Javier Milei han manifestado su intención de reformar el sistema jubilatorio, estableciendo mecanismos que premien a quienes hayan realizado aportes durante toda su vida laboral. Aunque no se han detallado los alcances de la reforma, se espera que incluya cambios en los requisitos de acceso y en la fórmula de actualización de haberes.
Desde el punto de vista de los especialistas en seguridad social, la eliminación de la moratoria deja sin opciones a un gran número de trabajadores informales, que históricamente han enfrentado dificultades para realizar aportes previsionales. En un país donde la informalidad laboral supera el 40%, esto representa un problema estructural sin una solución de fondo.
Con el fin de la moratoria previsional el 23 de marzo de 2025, solo podrán acceder a la jubilación quienes cumplan con los 30 años de aportes obligatorios. Aquellos que no los alcancen deberán recurrir a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), una alternativa de menor valor y con criterios de acceso más restrictivos.
Este cambio afectará a miles de personas que actualmente se encuentran en edad de jubilarse y que no cuentan con los aportes necesarios. Mientras el gobierno defiende la medida como un paso hacia la sustentabilidad del sistema previsional, los expertos advierten que podría generar un aumento en la desigualdad entre los adultos mayores.
La reforma previsional en discusión será clave para determinar el futuro de quienes aún están en edad activa y podrían enfrentar dificultades para acceder a una jubilación en el futuro. Hasta el momento, no se han anunciado medidas concretas para atender la situación de quienes quedan fuera del sistema contributivo.