Este sábado, la vicepresidente y presidente del Senado, Victoria Villarruel, quedará a cargo del Poder Ejecutivo debido al viaje del presidente Javier Milei a Estados Unidos. El mandatario tiene previsto asistir a la asunción de Donald Trump y posteriormente participará en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. En este contexto, Villarruel viajará a Chubut para asistir a la “Fiesta Nacional de la Esquila”, que se llevará a cabo en la localidad de Río Mayo, un lugar significativo en su historia personal, ya que vivió allí durante su infancia debido al traslado de su padre militar.
El evento en Río Mayo también contará con la presencia del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, quien es una de las figuras más destacadas del PRO. Aunque Villarruel no acudirá al evento en calidad de vicepresidente, su participación adquiere relevancia al coincidir con Torres en un acto público de gran importancia cultural y turística para la región.
Agenda legislativa y retorno a Buenos Aires
Villarruel regresará el domingo a la Ciudad de Buenos Aires, ya que el lunes dará inicio formal el período de sesiones extraordinarias convocado por el Gobierno, el cual se extenderá hasta el 21 de febrero. Durante este periodo, se debatirán diversos proyectos, entre ellos, la Ley Antimafias, una de las iniciativas más controvertidas del oficialismo, que enfrenta dificultades para avanzar debido a las diferencias internas y las negociaciones con legisladores de la oposición.
Uno de los principales puntos de conflicto en torno a la Ley Antimafias es la postura del senador santacruceño José María Carambia, quien indicó que está evaluando solicitar modificaciones al proyecto. “El equipo asesor aún sigue con el estudio del tema y es factible que solicite algunas modificaciones”, declaró Carambia, quien se ha destacado por su postura crítica hacia el oficialismo en ocasiones previas. Este posible pedido de cambios podría complicar aún más el panorama legislativo para el Gobierno.
Escenario político en el Senado
El Senado se encuentra actualmente en una situación compleja, con un quórum justo de 37 legisladores necesario para iniciar sesiones y aprobar leyes. Esto incluye a 33 senadores del kirchnerismo, que pronto serán 34 tras la asunción de Stefanía Cora, representante entrerriana de La Cámpora, quien reemplazará al expulsado Edgardo Kueider. Sin embargo, el pleno de la Cámara alta, compuesto por 72 miembros, actualmente opera con solo 70 debido a la licencia extendida del radical Víctor Zimmermann y aún no cuenta con la totalidad de sus bancas ocupadas.
Dentro del bloque oficialista y de la oposición dialoguista que suman 37 legisladores, hay disidencias marcadas. Entre los casos destacados se encuentran los de los santacruceños Carambia y Natalia Gadano, quienes han expresado su malestar por la falta de respuestas del Gobierno a demandas provinciales. También se incluyen figuras como el radical Martín Lousteau, quien, a pesar de su rol en la oposición, ha coincidido en algunas oportunidades con sectores del kirchnerismo.
Tensiones en torno a la Ley Antimafias
La Ley Antimafias es una de las propuestas centrales de La Libertad Avanza para las sesiones extraordinarias, pero su tratamiento ha estado plagado de dificultades. La discusión en comisiones fue descrita como “tortuosa”, con intentos frustrados de dictaminar antes de fin de año. Si bien se logró obtener un despacho, el proyecto no cuenta con los votos necesarios para ser sancionado. Según fuentes legislativas, algunos senadores que suelen apoyar al oficialismo han reclamado cambios en el texto, lo que ha retrasado su avance.
“Es un tema sensible, no es cualquier tipo de ley”, afirmaron fuentes del oficialismo, que también reconocieron que los reclamos internos y la falta de consensos dificultan la aprobación del proyecto. Las tensiones entre los bloques y las exigencias de legisladores independientes han llevado al Gobierno a replantear estrategias para garantizar el apoyo necesario.
Perspectivas a futuro
El período de sesiones extraordinarias es clave para el oficialismo, que busca avanzar con su agenda legislativa en un contexto de fragmentación política. Sin embargo, las diferencias internas y las negociaciones con sectores de la oposición podrían complicar la aprobación de proyectos clave, como la Ley Antimafias.
El retorno de Villarruel al Senado el lunes marcará el inicio de un periodo de intensa actividad política, donde el oficialismo necesitará consolidar apoyos para superar los obstáculos que enfrenta en un Senado profundamente dividido.