El índice EMBI+ Argentina, conocido popularmente como riesgo país y elaborado por el banco de inversión JPMorgan, experimentó este martes una caída inusual de más de 100 puntos en una sola jornada, lo que representa una baja del 27%. Este movimiento abrupto generó sorpresa tanto en operadores del mercado como en funcionarios, quienes intentaron desentrañar las razones detrás de esta volatilidad. Aunque esta cifra no refleja necesariamente un cambio en la calidad de la deuda argentina, sí pone de relieve las particularidades del cálculo de este indicador.
¿Qué es el riesgo país y cómo se calcula?
El riesgo país mide la diferencia entre las tasas de interés que pagan los bonos de un país en comparación con bonos similares emitidos por el Tesoro de los Estados Unidos. Este diferencial se interpreta como un indicador de confianza en la capacidad de un país para honrar su deuda: a mayor riesgo país, mayor es la desconfianza de los mercados.
En el caso de Argentina, el EMBI+ es especialmente relevante debido a las históricas dificultades del país para acceder a financiamiento internacional. El índice combina precios de distintos bonos soberanos para estimar una tasa promedio, lo que puede generar fluctuaciones cuando se producen movimientos significativos en los títulos que lo componen.
Las razones detrás del desplome
La caída del índice este martes se debió, en gran medida, a factores técnicos vinculados con la metodología de cálculo y los próximos pagos de deuda. Estas son las principales razones:
Corte de cupón de bonos:
El pago de intereses de bonos soberanos está programado para este jueves. Antes de estos pagos, los bonos experimentan un “corte de cupón”, un ajuste en el precio que refleja que los intereses a punto de pagarse ya no forman parte del valor de mercado del título. Este ajuste también impacta en el rendimiento esperado de los bonos, reduciendo la tasa que ofrecen.
Dado que el riesgo país mide precisamente la diferencia de tasas entre bonos argentinos y estadounidenses, cualquier reducción en la tasa de los títulos locales afecta directamente al índice.
Cambio en plazos de liquidación:
Recientemente, la Bolsa de Buenos Aires adoptó un plazo de liquidación de 24 horas, mientras que antes operaba principalmente con un plazo de 48 horas. Sin embargo, el cálculo del EMBI+ parece seguir considerando el plazo anterior, generando desajustes temporales. Esto explica los “bandazos” en las cifras del indicador en días previos al pago de cupones.
Reinversión de flujos:
Una práctica habitual de los inversores es reinvertir los intereses que cobran en la compra de nuevos bonos. Esta tendencia puede generar movimientos adicionales en los precios de los títulos en los días cercanos al pago de intereses, amplificando la volatilidad del indicador.
Contexto histórico y antecedentes similares
No es la primera vez que el EMBI+ Argentina presenta movimientos abruptos. En 2020, por ejemplo, la incorporación de nuevos bonos emitidos por el entonces ministro Martín Guzmán provocó una caída de más de 1.000 puntos en un día. En aquel momento, los cambios en las características de los títulos (como tasas, plazos y cupones) alteraron significativamente el cálculo del índice, sin que ello implicara una mejora o deterioro real en la calidad de la deuda.
En el contexto actual, la caída del índice ocurre en un marco de mayor estabilidad para los bonos argentinos, que vienen mostrando una tendencia a la baja en sus rendimientos. Esto refleja una menor percepción de riesgo por parte de los inversores, aunque todavía queda mucho camino por recorrer para alcanzar niveles más competitivos.
Proyecciones y conclusiones
La caída del riesgo país por debajo de las 500 unidades es un dato llamativo, pero no representa necesariamente una mejora estructural en la economía argentina. Por el contrario, los expertos advierten que esta cifra podría revertirse en las próximas jornadas a medida que el indicador se ajuste a los nuevos precios de los bonos tras el corte de cupón.
A largo plazo, la estabilidad del índice dependerá de factores macroeconómicos más amplios, como la implementación de políticas fiscales y monetarias sostenibles, el cumplimiento de compromisos de deuda y la recuperación de la confianza de los mercados internacionales.
En resumen, la caída del riesgo país de este martes es una consecuencia técnica más que una señal definitiva de mejora. Para evaluar el verdadero estado de la deuda argentina, los analistas recomiendan observar la evolución de los precios de los bonos y su rendimiento a lo largo del tiempo, dejando de lado la volatilidad puntual que puede presentar el índice en días específicos.
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