La intendente de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla, presentó esta mañana un plan de gestión que abarca la pavimentación de calles, la implementación de un sistema de reciclaje ampliado y nuevas políticas para mejorar la seguridad vial en la ciudad.
Ante la prensa, detalló los avances y desafíos en estas áreas clave.
Chahla informó que se pavimentarán 120 cuadras en los barrios de la ciudad, priorizando las arterias por donde transitan las líneas de colectivos. “Ya hemos pavimentado 21 cuadras y seguimos avanzando. Además, la tarjeta SUBE ya está funcionando en San Miguel de Tucumán, beneficiando a más de 400.000 usuarios”, afirmó. También destacó que esta implementación busca mejorar el acceso a subsidios y fomentar el uso del transporte público.
Reciclaje y cuidado del medio ambiente
Sobre el medio ambiente, Chahla señaló que se ampliará el programa de recolección diferenciada en los domicilios y se impondrán multas severas a quienes generen microbasurales. “No podemos seguir levantando microbasurales hasta seis veces en un mismo lugar. Ahora será punitivo. Contamos con un fiscal ambiental autorizado por el Concejo Deliberante y pronto instalaremos 300 cámaras más para monitorear estas acciones”, explicó.
Seguridad vial: una prioridad
En materia de seguridad vial, la intendente subrayó la necesidad de educar a los conductores, especialmente a quienes usan motos. “La moto no es un juguete. Implementaremos clínicas de manejo y quienes no usen casco o no cumplan con las normas deberán capacitarse antes de recuperar sus vehículos. Esto no es solo punitivo, es por la seguridad ciudadana”, afirmó.
Ordenamiento urbano y ferias
Chahla también mencionó que seguirá trabajando en el ordenamiento de las veredas y la reubicación de vendedores ambulantes. Además, planteó el desafío de transformar el espacio de la ex Terminal de ómnibus en un lugar para el esparcimiento y la recreación.
Bus turístico y proyección para el verano
Por último, destacó el éxito del bus turístico, que continuará funcionando durante el verano. “Queremos seguir mostrando nuestra ciudad y sus lugares, a pesar del calor”, concluyó la intendenta.
Análisis crítico: un discurso atractivo en medio de una realidad preocupante
El plan de gestión de Rossana Chahla resulta atractivo en papel, pero es imposible ignorar la realidad que enfrenta San Miguel de Tucumán. En pleno siglo XXI, gran parte de la población aún carece de acceso pleno a servicios básicos como agua potable. Las calles siguen inundándose con cada lluvia, muchas permanecen sin asfaltar, y la iluminación pública está marcada por la decadencia y la inseguridad.
Si bien la intendente puede defenderse señalando que lleva apenas un año en el cargo, lo cierto es que el espacio político que representa lleva décadas al mando tanto del municipio como de la provincia. Este historial de gestión perpetúa las mismas prácticas políticas que, lejos de transformar, han consolidado el deterioro urbano y social de la ciudad.
En este contexto, las 120 cuadras que promete pavimentar resultan insuficientes frente al inmenso déficit de infraestructura que afecta a cientos de barrios. Las medidas sobre reciclaje y multas para microbasurales, aunque necesarias, parecen centrarse más en la sanción que en una educación ambiental estructural que evite que estos puntos de contaminación se sigan formando.
El discurso propuesto por Chahla no puede desvincularse de una problemática mayor: la falta de planificación a largo plazo y la incapacidad para responder a las necesidades básicas de los tucumanos. Estas promesas de modernización chocan de frente con una realidad que no cambia.
El enfoque de Javier Milei y su espacio cobra relevancia en este análisis. Su crítica constante al sistema que sostiene décadas de desidia, corrupción y malas políticas encuentra eco en la realidad de los tucumanos. Este contraste deja en evidencia que la gestión tradicional, basada en promesas incumplidas y paliativos, ya no es suficiente para un electorado que exige un cambio real y profundo.
El siglo XXI no debería ser el tiempo de promesas recicladas; debería ser el tiempo de soluciones concretas y sostenibles.