Durante la jornada del martes, los precios de la carne en hacienda llegaron a un máximo de $1.900 por kilo, con lo que registraron un aumento del 50% en relación al mismo día de la semana pasada. Esto, claro está, podría tener un fuerte impacto de los valores en góndola, considerando que el programa “Precios Justos” dejó de existir y el mercado volvió a operar de acuerdo al movimiento de la oferta-demanda.
Según empresarios del sector consultados por el medio Infobae, los traslados a las góndolas podrían demorar algunos días, pero “sin duda llegarán”. Si bien aseguraron que “una parte de la suba sería absorbida por la cadena”, reconocieron que el impacto sería significativo. A esa situación, se añadirá el efecto de las medidas anunciadas ayer por el ministro Luis Caputo, por las que se espera una mayor inflación. “El kilo de carne promedio podría llegar a tocar los $12.000″, aseguraron.
En el sector explican que si se considera el precio del maíz requerido para el engorde, cada ternero representa un gasto aproximado de 300 dólares a los que se suman otras erogaciones, como el impacto del precio del gasoil, un insumo clave en el campo. En base a una estimación preliminar, realizada con los anuncios de Caputo recién conocidos, el kilo de carne en el mostrador de las carnicerías podría escalar a esos 12.000 pesos.
También el economista Salvador Di Stefano advirtió en su cuenta de X que el fuerte aumento de los precios en hacienda significará un fuerte golpe al bolsillo de los argentinos. Desde su punto de vista, el kilo de asado podría llegar a los $10.000 en los próximos días.
Terneros en $ 2.600 y gordo en $ 1.900, el asado anda a buscarlo a $ 10.000 el kilo, son U$S 10, barato para el mundo, carisimo para salarios argentinos.
— @salvadistefano (@SalvaDiStefano) December 12, 2023