Con el objetivo de fomentar la competencia, facilitar el acceso a bienes y avanzar hacia la normalización del comercio exterior, el Gobierno de Javier Milei, a través de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), anunció nuevas medidas para simplificar las compras en el exterior mediante el sistema de courier. Los cambios apuntan a flexibilizar los límites de peso y eliminar requisitos considerados innecesarios, permitiendo mayor accesibilidad para los ciudadanos y las empresas.
Los cambios en el peso máximo permitido
Uno de los principales puntos de la nueva disposición es la modificación del límite de peso para las compras internacionales. A partir de ahora, tanto personas físicas como jurídicas podrán importar mercadería con un peso máximo de 50 kilos por paquete, en lugar de que ese tope se aplique al total del envío o a la acumulación anual de envíos, como se interpretaba anteriormente.
Esto significa que un usuario puede recibir, por ejemplo, tres paquetes de 50 kilos en un mismo envío, siempre respetando las demás regulaciones vigentes. Asimismo, el cupo de cinco envíos anuales permitido por persona también se ajusta: cada uno de esos envíos podrá incluir paquetes de hasta 50 kilos sin que el límite sea acumulativo.
Esta aclaración surge luego de que la Resolución General 5608/2024 generara confusión respecto a cómo debía computarse el peso máximo permitido, lo que dificultaba el uso pleno del sistema.
Eliminación de requisitos innecesarios
Otro cambio destacado es la eliminación de la obligatoriedad de constituir un Domicilio Fiscal Electrónico (DFE) para quienes utilicen este régimen. Aunque quienes ya lo hayan tramitado no tendrán problemas, la decisión de flexibilizar este requisito busca simplificar aún más el proceso de compras internacionales.
No obstante, los usuarios que reciban envíos a través de Correo Argentino deberán registrar la recepción del paquete en el sistema de ARCA. Esta medida permite al Correo Argentino informar al organismo sobre la ocupación del cupo anual, mientras que otros couriers privados se encargan de hacerlo automáticamente.
Límites en valor y beneficios fiscales
En cuanto al valor de los envíos, el tope máximo permitido sigue siendo de USD 3.000 por envío, mientras que los pequeños envíos destinados a uso personal continúan exentos de aranceles de importación siempre que no superen los USD 400 FOB (valor de los productos al salir del puerto de origen).
En estos casos, los usuarios solo deben abonar el IVA correspondiente, aunque si el valor del envío excede ese monto, se aplicarán los impuestos sobre el excedente. Además, las compras por courier están limitadas a tres unidades de la misma especie por envío y un máximo de cinco envíos anuales por persona.
Un ejemplo práctico compartido por el vocero presidencial, Manuel Adorni, ilustra el impacto de estas medidas: una campera que en el exterior cuesta USD 100 antes estaba gravada con un 67% en concepto de impuestos, mientras que ahora solo pagará un 21%.
Flexibilización regulatoria para compras no comerciales
Los envíos realizados bajo este régimen, siempre que no tengan fines comerciales, están exentos de varios requisitos que normalmente se aplican a las importaciones generales. Entre ellos:
No requieren la intervención del Instituto Nacional de Alimentos.
Están exceptuados de las regulaciones de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor y la Dirección de Lealtad Comercial.
No necesitan tramitar Licencias de Importación automáticas o no automáticas.
No están sujetos al Régimen de Identificación de Mercaderías (estampillas fiscales).
Están libres de restricciones o prohibiciones de carácter económico.
Estas excepciones simplifican significativamente el proceso, agilizando la llegada de productos al país y fomentando la competitividad del comercio exterior.
El objetivo del Gobierno: mayor acceso y normalización comercial
Desde el Gobierno, el subsecretario de Comercio Exterior, Esteban Marzorati, destacó en su cuenta de X (antes Twitter) que las modificaciones están diseñadas para dar un mayor acceso a bienes importados, equiparando la situación de Argentina con la de otros países de la región. “Estas medidas son fundamentales para garantizar el abastecimiento de insumos y repuestos necesarios, especialmente en un contexto de apertura comercial y normalización del comercio exterior”, afirmó.
Marzorati subrayó además que estas simplificaciones benefician tanto a los consumidores individuales como a las pequeñas y medianas empresas, que ahora tienen más herramientas para importar productos esenciales a menores costos y con menos burocracia.
Un avance hacia la apertura económica
Con estas modificaciones, el Gobierno de Javier Milei busca avanzar en su estrategia de apertura económica, reduciendo barreras al comercio y fomentando la competencia. La eliminación de aranceles y la flexibilización de las normativas aduaneras no solo mejoran el acceso a bienes para los ciudadanos, sino que también promueven una mayor integración de Argentina en los mercados internacionales.
En un país donde los altos costos y las regulaciones excesivas han sido históricamente un obstáculo para el comercio, estas medidas representan un paso hacia un modelo más moderno y eficiente, alineado con las demandas de los consumidores y las necesidades de las empresas. Si bien queda camino por recorrer, las disposiciones anunciadas por ARCA son un ejemplo concreto de cómo la política económica puede simplificar la vida cotidiana de los argentinos.
Redactor: Quirós Joaquín