En su ingreso, la exmandataria y todavía vicepresidente Cristina Kirchner saludó a sus seguidores y luego tuvo un breve altercado con personas que se encontraban dentro del Parlamento, a quienes les contestó con gestos e insultos.
Una condena a seis años de prisión que espera revisión, tres juicios en camino y la reapertura de una investigación que hackeó el final de su presidencia y en la que había conseguido ser sobreseída. Así está el frente judicial de la vicepresidenta Cristina Kirchner que, a partir del 10 de diciembre, se aleja de los cargos públicos y carecerá de fueros.
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Las órdenes de detención en su contra habían comenzado a dictarse cuando a fines de 2017 ya se había convertido en senadora electa. El juez Claudio Bonadio ordenó su detención en la causa Memorándum que nunca se efectivizó porque tenía fueros. Más tarde, cayeron sobre ella otras prisiones preventivas dictadas por el mismo juez en la causa Cuadernos.
Sin embargo, dirigentes de la Coalición Cívica, que responder a Elisa Carrió, celebraron que la esposa del ex presidente Néstor Kirchner dejará de tener fueros por lo que deberá rendir cuentas ante la justicia e, inclusive, podrá cumplir sus condenas privada de su libertad si es que el Poder Judicial avanza con las numerosas causas por corrupción en las que está procesada: “siempre y cuando el presidente Javier Milei no hace un pacto de impunidad con el kirchnerismo”.