A una semana de las intensas lluvias que la llevaron a posponer un show en Argentina, Taylor Swift se vio obligada a tomar la misma decisión respecto a su segundo show en Rio de Janeiro tras la muerte de una fan en el estadio Nilton Santos en medio de una intensa ola de calor con térmicas de casi 60 grados.
El viernes por la noche se conoció la tremenda noticia de que una fan de la cantante, Ana Clara Benevides, estudiante de Psicología de Mato Grosso do Sula, de solo 23 años, falleció en el estadio Nilton Santos, donde se presentaba Taylor, tras una jornada en la que se registró una sensación térmica de 59,3° marcando un tope que duró solo un día.
La noticia generó conmoción en Brasil, que este sábado experimentó un nuevo pico de temperatura de 59.7 grados. El sistema de alertas meteorológicas del país anunció la llegada de un frente de tormentas a la costa este hacia la medianoche, con la posibilidad de generar vientos de hasta 100 kilómetros por hora.
Simultáneamente, se informó que alrededor de 1000 personas sufrieron desmayos durante el recital del viernes y necesitaron atención médica debido al intenso calor y la deshidratación. La propia Taylor Swift se mostró visiblemente afectada durante el concierto e incluso lanzó botellas de agua a los fans.
El Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de Brasil anunció en Twitter la apertura de una investigación para determinar la responsabilidad de los organizadores del evento en las restricciones al acceso de agua para el público.
En respuesta, las autoridades establecieron nuevos requisitos para espectáculos y eventos públicos. Los organizadores ahora deberán proporcionar botellas de agua gratuitas, asegurar suficientes fuentes de agua, controlar los precios del agua embotellada y permitir la entrada de agua desde el exterior a los lugares, medidas que estarán vigentes durante 120 días.