Los candidatos presidenciales de Unión por la Patria, Sergio Massa, y de la Libertad Avanza, Javier Milei, se encuentran en la antesala de un balotaje determinante para el futuro de Argentina, donde se decidirá quién sucederá a Alberto Fernández.
En la primera vuelta electoral del 22 de octubre, Massa aseguró el 36,78% de los votos, mientras que Milei obtuvo el 29,99%. Ahora, ambos candidatos buscan conquistar los sufragios que quedaron sin asignar, provenientes de Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) con un 23%, Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) con un 6,73%, y Myriam Bregman (Frente de Izquierda) con un 2,77%.
Este balotaje adquiere una importancia crucial para el devenir de Argentina, ya que determinará quién dirigirá el país en los próximos años. La competencia se centra en atraer el respaldo de aquellos votantes que anteriormente apoyaron a candidatos eliminados en la primera vuelta.
Tras el debate del domingo pasado y los posteriores cierres de campaña, llega el momento de la verdad, que marcará el devenir político y económico del país.
Sobre el escrutinio provisorio del mismo domingo, se espera mayor velocidad debido a que sólo habrá dos boletas con una sola categoría (la presidencial).
Sin embargo, existe también la posibilidad de que el conteo que determinará al ganador se pueda estirar hasta entrada la madrugada si se llega a cristalizar un escenario de paridad, que llevaría a uno de los candidatos a tardar en reconocer la derrota en caso de que el margen sea muy estrecho.