Según los datos actualizados del ministerio de Salud de la Nación, más de 10 millones de argentinos mayores de 50 años no recibieron ninguna dosis de refuerzo contra el COVID-19 desde hace más de 6 meses y deben vacunarse para mantener la protección contra las cuadros severos de la infección y el riesgo de hospitalización.
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, a través de un comunicado instó a toda la población a aplicarse las dosis de refuerzo contra el COVID-19, “en especial a las personas de 50 años o más, quienes tienen mayor riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad”, señalaron en el texto y agregaron que la recomendación es avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que destaca la aplicación de refuerzos como la herramienta más eficaz para enfrentar la infección.
Según datos del registro federal de vacunación, 10.467.954 personas mayores de 50 años no han recibido una dosis de refuerzo en los últimos 6 meses.
Grupos de riesgo alto
En este contexto, se recomienda fuertemente que quienes se encuentren dentro de grupos con alto riesgo de desarrollar formas graves de enfermedad, como son las personas de 50 años o mayores y las embarazadas, reciban una dosis de refuerzo contra COVID-19 si han transcurrido 6 meses desde la última dosis aplicada, independientemente de la cantidad de refuerzos recibidos previamente.
Grupos de riesgo medio
Además, las personas menores de 50 años con comorbilidades (enfermedades crónicas y obesidad) y las personas con mayor riesgo de exposición (personal de salud) y función estratégica se incluyen en el grupo de riesgo medio de experimentar enfermedad grave o muerte por infección por SARS-CoV-2. La recomendación, que si ya han recibido un refuerzo en los últimos 6 meses, recuerden la importancia de recibir un refuerzo anual.
Grupos de riesgo alto
Por último, las personas consideradas con bajo riesgo de complicaciones, es decir menores de 50 años sin comorbilidades, se recomienda que la vacunación de refuerzo contra el coronavirus sea anual.
La OMS destaca que la vacunación y la aplicación de refuerzos sigue siendo la herramienta más eficaz para enfrentar al COVID-19, especialmente en los grupos de riesgo. Si bien la vigilancia sobre el virus disminuyó en todo el mundo, sigue habiendo circulación y aumento de casos, sobre todo en las regiones de Asía y América.