El Referente de La Libertad Avanza Tucumán, Sebastián Salazar, participó de una charla sobre transparencia electoral y reclamó una reforma constitucional para eliminar el sistema de acoples.
Durante una conferencia organizada por la Fundación Federalismo y Libertad y Transparencia Electoral, el ex intendente de Bella Vista, Sebastián Salazar, llamó a poner fin al sistema de acoples en Tucumán y propuso avanzar hacia una reforma constitucional que transforme de fondo el esquema electoral provincial.
“Uno de los desafíos más urgentes de nuestro sistema democrático es la necesidad de una verdadera reforma política y electoral”, afirmó Salazar en su exposición, y cuestionó con firmeza los efectos del sistema de acoples, al que calificó como una herramienta que “distorsiona la representación, confunde al elector y termina beneficiando a quienes detentan el poder”.
En un tono crítico, el dirigente remarcó que el problema es conocido por toda la clase política, pero que ha llegado el momento de actuar: “Todos lo sabemos. Todos lo decimos en privado. Pero hace falta dar un paso más: animarse a eliminarlo por completo”.
Para Salazar, la única vía “seria, transparente y definitiva” para acabar con los acoples es una reforma constitucional. No obstante, planteó una alternativa intermedia en el corto plazo: limitar los acoples a un máximo de dos por frente político.
“Proponer la eliminación total de los acoples no es ir contra nadie, es apostar por todos. Apostar por una democracia más justa, más clara y más respetuosa de la voluntad ciudadana”, expresó, al tiempo que instó a asumir la responsabilidad de encarar una transformación estructural del sistema electoral.
Además, Salazar sumó otro punto clave a su propuesta de reforma: la implementación de la boleta única en papel, como mecanismo para garantizar mayor transparencia y agilidad en los comicios provinciales.
“Esta es una discusión que no se puede seguir postergando. Y estoy convencido de que si trabajamos con honestidad, generosidad y visión de futuro, podemos dar el paso que Tucumán necesita”, concluyó.
El sistema de acoples en Tucumán se ha convertido en una de las distorsiones más evidentes y cuestionables del proceso democrático provincial. Aunque fue concebido como una herramienta para ampliar la participación política, en la práctica ha degenerado en una estrategia que favorece el clientelismo, confunde al votante y perpetúa al oficialismo en el poder.
En cada elección, cientos de listas “acopladas” inundan los cuartos oscuros, muchas veces con nombres similares, sellos de ocasión y candidatos que terminan respondiendo a un mismo espacio político. El resultado es una boleta interminable y caótica que desinforma más de lo que informa. En lugar de empoderar al ciudadano, lo abruma.
Lo más grave es que este mecanismo ha sido utilizado sistemáticamente para fragmentar la oferta opositora, diluir los votos disidentes y maximizar la representación de quienes ya controlan el aparato estatal. Los acoples se transforman así en una forma encubierta de manipulación electoral. Ganan no los que más votos genuinos reciben, sino quienes mejor administran la maquinaria del acople.
Además, el sistema encarece innecesariamente el proceso electoral. Multiplicar listas implica multiplicar fiscales, boletas, impresión y logística, en un contexto donde los recursos públicos deberían utilizarse con más responsabilidad y transparencia.
En resumen, es una ingeniería electoral que vacía de contenido el voto popular y que pone en jaque la equidad del sistema representativo. Su eliminación o al menos su severa limitación, no debería ser una bandera partidaria, sino un consenso democrático básico. Tucumán necesita elecciones más limpias, simples y justas.