La tensión en Venezuela crece a medida que se acerca el 10 de enero, fecha marcada en la Constitución para el cambio de gobierno. Nicolás Maduro, declarado vencedor en unas elecciones plagadas de denuncias de fraude, planea asumir un tercer mandato consecutivo. Sin embargo, la resistencia interna liderada por María Corina Machado y el presidente electo en el exilio, Edmundo González, podría marcar un punto de inflexión en la lucha por la libertad en el país sudamericano.
Un régimen desgastado y un pueblo decidido
Maduro enfrenta un escenario adverso tanto en el ámbito nacional como internacional. Desde el exilio, Edmundo González, quien asegura haber ganado las elecciones del 28 de julio con 7 millones de votos, ha prometido regresar a Venezuela para tomar posesión del gobierno. “Mi intención es ir a Venezuela simplemente a tomar posesión del mandato que me dieron los venezolanos”, afirmó desde Buenos Aires, donde recibió el respaldo del presidente argentino Javier Milei.
Por su parte, María Corina Machado, líder opositora que se ha mantenido en la clandestinidad tras amenazas de cárcel, convocó a los venezolanos a salir a las calles el 9 de enero, un día antes de la juramentación de Maduro. “La libertad no se suplica, se lucha y se conquista. Sal, grita, lucha, es el momento de pararnos firmes”, expresó en un video difundido en redes sociales. Machado busca reavivar el espíritu de resistencia de un pueblo que, pese a la represión, no se rinde ante la dictadura.
El régimen se prepara para la represión
Ante la creciente movilización opositora, el régimen de Maduro ha desplegado 1.200 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Según el coronel Alexander Granko Arteaga, estas fuerzas garantizarán la “seguridad y la paz” durante la toma de posesión. Sin embargo, este discurso contrasta con las múltiples denuncias de represión y violaciones a los derechos humanos que han caracterizado al régimen chavista.
En las manifestaciones de 2024, la represión dejó un saldo de 28 muertos, 200 heridos y más de 2.400 detenidos. Esta vez, el régimen no parece dispuesto a ceder ante las demandas de un cambio político, mientras la oposición insiste en que Maduro debe dejar el poder para abrir paso a un gobierno legítimo encabezado por González.
El respaldo internacional a la oposición
La resistencia venezolana no está sola. Edmundo González ha emprendido una gira internacional para recabar apoyo político y diplomático. En su reciente visita a Argentina, el presidente Javier Milei lo recibió en la Casa Rosada y juntos saludaron a miles de venezolanos en la Plaza de Mayo, un gesto que simboliza la solidaridad de las democracias de la región con la lucha por la libertad en Venezuela.
Además, González planea reunirse con líderes de Estados Unidos, incluyendo al presidente Joe Biden y miembros del Congreso. Aunque aún no se ha confirmado un encuentro con Donald Trump, el líder opositor destacó que el próximo presidente de Estados Unidos, quien asumirá el 20 de enero, mantiene una postura firme contra la dictadura de Maduro. La administración entrante de Trump podría desempeñar un papel crucial en el desenlace de esta crisis, apoyando con sanciones más severas y respaldando a las fuerzas democráticas de Venezuela.
La encrucijada del 10 de enero
El día de la juramentación de Maduro está cargado de incertidumbre. Por un lado, el régimen se aferra al poder, reforzando su aparato represivo. Por otro, el pueblo venezolano, encabezado por líderes como Machado y González, está decidido a decir “basta” y reclamar su libertad.
La estrategia opositora no solo se basa en la movilización popular, sino también en la presión internacional. Países como Argentina y Estados Unidos han mostrado su respaldo a la causa venezolana, y la posibilidad de una postura más contundente de la administración de Donald Trump genera esperanza en la oposición.
¿Un punto de quiebre?
El 10 de enero podría ser un día histórico para Venezuela. La resistencia de un pueblo cansado de la miseria y la represión se enfrenta a un régimen que, a pesar de sus intentos de perpetuarse, muestra signos de desgaste. Las acciones de líderes opositores como María Corina Machado y Edmundo González, junto con el respaldo de la comunidad internacional, podrían marcar el comienzo del fin para la dictadura de Nicolás Maduro.
Como afirmó Machado, “la libertad no se suplica, se lucha y se conquista”. Si el pueblo venezolano logra mantener su unidad y determinación, este 10 de enero podría ser recordado como el día en que la dictadura comenzó a caer y Venezuela inició su camino hacia la democracia y la libertad.
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Redactor: Quirós Joaquín