Cada año, la FIFA, la máxima entidad del fútbol a nivel mundial, actualiza el reglamento del deporte más popular del planeta. Es la International Board, la organización encargada de debatir y renovar las reglas del fútbol, la que da luz verde a los cambios. Y recientemente, tras la reunión anual de la organización, se dieron a conocer nuevas modificaciones que impactan en el juego.
La modificación más relevante está relacionada con las lesiones cerebrales. Después de la última modificación, las ligas que así lo decidan podrán permitir a los equipos realizar cambios adicionales cuando un jugador sufra un golpe en la cabeza que pueda poner en riesgo su participación en el partido. Una normativa que ya había sido trabajada previamente y que ahora es oficial.
Cambios debidos a conmoción cerebral
«En cuanto a las sustituciones permanentes por conmoción cerebral, los resultados de las pruebas que hemos realizado han concluido y ahora esto está consagrado en las leyes del juego», informó Ian Maxwell, director general de la Asociación Escocesa de Fútbol, según reporta Reuters. «Será responsabilidad de las competiciones determinar si desean implementar sustituciones permanentes por conmoción cerebral según el protocolo».
Además, se han introducido otras modificaciones en las reglas. En primer lugar, se establece que los capitanes de los equipos deben llevar un brazalete. Asimismo, en relación con las manos, un tema siempre polémico, las acciones no intencionales deben ser juzgadas por la FIFA de la misma manera que otras faltas. Por otro lado, las invasiones del área en tiros penales solo serán sancionadas si afectan al desarrollo de la jugada.
Cambios proyectados para el futuro
Por otro lado, la IFAB y la FIFA han implementado protocolos para estudiar tres cambios futuros. Uno de ellos establece que solo el capitán de cada equipo podrá protestar ciertas decisiones arbitrales. Otro propone que los árbitros obliguen a los jugadores a dirigirse a su propia área en situaciones de “reflexión”. Y el tercero es penalizar a los arqueros que retengan el balón en sus manos por más de ocho segundos sin sacarlo del área.