Los chasquis fueron los mensajeros del imperio Inca. Recorrían la red de los caminos reales que conforman países como Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile.
Eran seleccionados desde niños, los cuales además de correr muy rápido, debían ser muy atléticos y muy resistentes, ya que tenían que cubrir grandes distancias a grandes velocidades haciendo relevo de mensajería, ya que la comunicación en el imperio dependía de ellos.
Los investigadores indican que el duro entrenamiento al que eran sometidos, hacía que sus pulmones se desarrollaran mucho, para así soportar recorrer grandes distancias a grandes velocidades.

La coca, sagrada para los aborígenes, ayudaba a los chasquis a soportar los fatigantes recorridos en las alturas. Eran pocas las personas a las que se les permitía masticar hojas de coca, considerada por los incas como una planta divina, el chasqui tenía un papel privilegiado en la cultura inca.
El vocablo chasqui proviene del quechua chaskiq o chaskij, que significa ‘el que recibe y da’, y esta era precisamente su labor.
Estos mensajes transportados por los chasquis eran cifrados en quipus; estos contenían registros oficiales, información de logística y demás información importante para el imperio.
Los correos podían atravesar la cordillera de los andes, la selva amazónica, o los extensos desiertos de la costa del Perú antiguo. Se dice que corrían alrededor de 2.4 kilómetros de un tampu (puesto de control y abastecimiento) a otro, luego de esto el mensaje era entregado a otro chasqui, quien lo llevaría hasta el siguiente puesto de control. Este sistema de relevo o postas hacia que los chasquis pudieran cubrir grandes distancias en cortos periodos de tiempo.
Estos niños, que eran apartados de sus familias y esclavizados, podían trasladar un mensaje hasta 320 kilómetros en un solo día. Esto hacia que un mensaje llegue desde la capital, Cusco, hasta Quito Ecuador, en solo cuatro días, cubriendo una distancia de 1.250 kilómetros. Esto es realmente asombroso, tomando en cuenta que solo son personas corriendo.

Además, sirvieron como sistema de alerta y espionaje. En caso de producirse un levantamiento en algún territorio lejano del imperio. La noticia debía llegar a la brevedad posible, para que así el Inca y sus generales pudieran organizar las estrategias.
Con la conquista, los españoles quedaron tan impresionados con la eficacia del “correo humano”, es así que los chasquis siguieron sirviendo durante la época del virreinato.
En la era actual, muchos practicantes de senderismo recorren la altura y algunas veces por los caminos originales del Qhapaq ñan.
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En Perú las grandes concentraciones humanas tienen más de 4.000 años. Y los caminos del Inca comienzan antes que las calzadas romanas.
En Junio el 2014 la Unesco declaró como Patrimonio Cultural de la Humanidad al Qhapaq Ñan o Camino Inca que une seis países de Sudamérica Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia. Hoy nos concentraremos en los chasquis (chaskis a pie, en quechua, Chasque a caballo en Uruguay), los carteros jóvenes que llevaban un mensaje o recado en el sistema de correos del Tahuantinsuyo, desplazándose a la carrera de una posta a otra (Tambos- chasqui-huasis) y los increíbles caminos y puentes por los que transitaban. Los Chaskis en el Imperio Incaico