La salud de Miguel Ángel Russo volvió a ser noticia en la semana de Boca Juniors. El entrenador de 69 años, que había sufrido un episodio médico tras el empate 2-2 con Central Córdoba, permaneció internado desde el miércoles en observación, hasta que este mediodía finalmente fue dado de alta.
Durante su internación, los entrenamientos del plantel fueron dirigidos por sus asistentes Claudio Úbeda y Juvenal Rodríguez, a la espera de la evolución de Russo. Sin embargo, desde el club todavía no se difundió un parte médico oficial que confirme si el DT estará presente este sábado en Florencio Varela, cuando el Xeneize visite a Defensa y Justicia por la 10ª fecha del Torneo Clausura.
El cronista Diego Monroig (ESPN) señaló que en Boca priorizan la salud del entrenador: primero decidirá el cuerpo médico, luego su familia y, por último, el propio Russo. Si no puede estar en el banco, el cuerpo técnico seguirá al frente del equipo. Según explicó el periodista, los estudios realizados el miércoles “no arrojaron los valores deseados”, lo que motivó que el técnico permaneciera bajo observación para estabilizar esos parámetros.
Otro factor que genera dudas es el clima previsto para el sábado: bajas temperaturas y posibles lluvias, un escenario similar al que se vivió en Mar del Plata frente a Aldosivi. En aquella ocasión, Russo debió ser internado posteriormente por una infección urinaria, lo que pone en debate la conveniencia de su regreso inmediato.
Más allá de las especulaciones, Russo siempre se mostró firme en su postura. Tras su última internación, había declarado: “El que sabe de su salud es uno mismo. Si estoy trabajando con todos, es porque tengo el alta de todos, y mi familia es la primera”.
Mientras tanto, Boca se prepara para visitar al Halcón con una baja confirmada: el chileno Carlos Palacios sufrió una distensión en el músculo pectíneo izquierdo y tendrá al menos 15 días de recuperación, por lo que tampoco llegaría al próximo partido ante Newell’s en la Bombonera.