Pampita Ardohain y Martín Pepa protagonizan una escapada romántica que mezcla paisajes paradisíacos, moda, cultura y complicidad. La modelo y el empresario eligieron las playas del sur mexicano para desconectarse de la rutina y disfrutar de unos días de sol, descanso y amor, en un viaje que compartieron con sus seguidores a través de redes sociales.
Desde su llegada a San José del Cabo, la pareja mostró cada detalle de su estadía: una cálida bienvenida con arreglos florales, caminatas entre calles decoradas con banderines de colores y atardeceres junto al mar. Las postales que Pampita publicó revelan no solo la belleza del entorno, sino también la armonía de una relación que avanza a paso firme.
Entre desayunos en la cama, paseos culturales y momentos de relax en una piscina infinita con vista al océano, Pampita también desplegó su característico estilo. Uno de los looks más comentados fue un vestido largo de tela brillosa color chocolate, combinado con sandalias doradas y un sombrero mexicano rojo y blanco, en una escena de espíritu festivo y local.
La modelo visitó además la iglesia de San José, ícono arquitectónico de la ciudad, y recorrió calles típicas, posando bajo corazones decorativos y banderines multicolores que realzaban la atmósfera vibrante del lugar. En cada imagen, se la vio sonriente, relajada y en conexión con el entorno.
Las imágenes más íntimas llegaron de la mano de Martín Pepa, quien compartió momentos de la pareja abrazada bajo una sombrilla frente al mar o retrató a Pampita en bikini, luciendo una flor fucsia tras la oreja y el rostro al sol, en un gesto que reflejaba plenitud.
Como broche de oro, la modelo también se animó a la aventura. En la playa, posó con un snorkel y un remo, lista para practicar paddle surf, siempre manteniendo su elegancia aún en la arena.
El viaje no solo mostró una faceta relajada y romántica de Pampita, sino también una fuerte sintonía con su pareja, con quien compartió cada instante de esta escapada. La pareja se consolida así no solo en lo privado, sino también en lo público, donde sus seguidores celebran cada paso de este vínculo que atraviesa mares, sombreros y flores.