La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, respaldó la actuación de las fuerzas de seguridad durante los incidentes ocurridos en la marcha frente al Congreso y arremetió contra la jueza Karina Andrade, el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri y la vicepresidenta Victoria Villarruel.
En sus declaraciones, enfatizó la necesidad de un accionar firme frente a la violencia y cuestionó la liberación de más de 100 detenidos.
Cuestionamientos a la jueza Karina Andrade
Bullrich apuntó directamente contra la jueza porteña Karina Andrade, quien ordenó la liberación de los detenidos tras los enfrentamientos en el Congreso. La ministra acusó a la magistrada de “defender delincuentes” y de actuar en contra del Código Penal.
“En nuestro país, el derecho a peticionar no implica la alteración del orden público y la delincuencia. Si la señora jueza no tiene a su cargo la posibilidad de aplicar el Código Penal, debería haberse apartado”, sostuvo. Además, criticó la rapidez con la que los detenidos fueron liberados y afirmó que la decisión de la magistrada demuestra una postura permisiva frente a la violencia.
Desde el Gobierno ya se ha anunciado que presentarán una denuncia contra Andrade en la Justicia Federal de Comodoro Py por prevaricato y encubrimiento del delito de sedición. La ministra insistió en que su gestión no permitirá que el caos y la violencia sean considerados parte del derecho a la protesta.
Defensa de la intervención policial y diferencias con Jorge Macri y Victoria Villarruel
La funcionaria defendió la actuación de las fuerzas de seguridad y criticó a Jorge Macri por sus declaraciones sobre el accionar policial. El jefe de Gobierno porteño había señalado la necesidad de mayor precaución en la actuación de la Policía durante las manifestaciones, especialmente en referencia al caso de Pablo Grillo, manifestante herido en la represión.
Bullrich, sin embargo, fue contundente: “Cuando uno toma una decisión, luego hay que bancar. No vale correrse. Esto de decir que hay que tener más cuidado… Bueno, quemaron un patrullero. La pasamos mal. ‘A los tibios los vomita Dios’”. Sus declaraciones dejan en claro su postura de que las fuerzas de seguridad actuaron correctamente y que no se deben relativizar los actos de violencia cometidos durante la protesta.
También cuestionó las declaraciones de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien calificó la manifestación como un “ejercicio de la democracia”. Bullrich rechazó esa interpretación y aseguró que lo sucedido fue una alteración del orden público que no puede ser equiparada con una marcha pacífica. “No se puede igualar a los delincuentes patoteros que fueron a romper todo con las fuerzas de seguridad”, enfatizó.
Un plan contra los barras bravas y la política en los clubes
Bullrich también anunció el envío de un proyecto de ley al Congreso para combatir el accionar de las barras bravas, una problemática que, según ella, ha sido postergada por intereses políticos y dirigenciales. La iniciativa cuenta con el respaldo del presidente Javier Milei y busca erradicar la injerencia de la política y la justicia en el manejo de los clubes de fútbol.
“El proyecto busca impedir que políticos y jueces se metan en los clubes. La segunda línea de muchos clubes está tomada por barras, la política y la justicia. Queremos terminar con esa connivencia”, explicó.
Respuesta a Cristina Kirchner y visión sobre la violencia en las protestas
Bullrich también respondió a un posteo de la ex vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien criticó el accionar del Gobierno y de las fuerzas de seguridad en la represión de la protesta. La ministra desestimó sus declaraciones y arremetió contra la ex mandataria: “Los que se robaron la plata de los argentinos no tienen ni derecho ni autoridad moral para hablar”. Además, sostuvo que el Gobierno de Milei llevará adelante una lucha frontal contra la corrupción y que “por primera vez en la historia argentina un presidente y su vice serán condenados por corrupción”.
Finalmente, Bullrich reafirmó su postura de tolerancia cero frente a la violencia en las manifestaciones y advirtió que no permitirá intentos de desestabilización mediante hechos vandálicos. “Lo que pasó el otro día no fue una protesta, fue una batalla para intentar generar una degradación de los valores democráticos”, concluyó.