El ministro de Economía, Luis Caputo, pidió nuevamente que bajen impuestos y tasas a las provincias y municipios. El pedido viene extendiéndose desde hace semanas. Sin embargo, el grueso de los mandatarios hace oídos sordos.
Caputo renovó ayer sus reclamos acerca de una reducción de la presión impositiva, esto a partir de la mejora en la recaudación que obtendrán por la recuperación de la actividad.
“Redujimos a cero, y en tan solo un año, 15 puntos de Producto Bruto Interno (PBI) de déficit consolidado (Tesoro + Banco Central), bajando un 30% el nivel de gasto del Estado y terminando con la emisión monetaria”, señaló el ministro en su cuenta de “X”.
El titular de la cartera económica señaló que “estas medidas permitieron la baja fenomenal de la inflación (y con ella, el nivel de pobreza) y una pronta recuperación económica”. En esa línea aseguró que “esta recuperación económica está haciendo mejorar la recaudación, generando recursos que, como prometimos siempre con el presidente Javier Milei, estamos destinando a bajar impuestos, para que la gente pueda tener acceso a mejores bienes y a mejores precios”.
“Quiero remarcar la importancia de reducir el déficit vía reducción de gastos, y no vía aumento de impuestos como están haciendo algunas provincias y municipios (tasas en este caso) de manera injustificada, ya que todos están recibiendo mayores ingresos por el aumento en la recaudación”, reiteró la pieza fundamental del Gabinete mileísta.
En base a esto, Caputo enfatizó que “sería muy importante para el país que provincias y municipios, aprovechando este aumento en sus ingresos, se sumaran al esfuerzo que están haciendo todos los argentinos y redujeran Ingresos Brutos y tasas municipales”.
El reclamo del ministro de Economía de la Nación incomoda a las provincias y municipios ya que, precisamente, el impuesto sobre los Ingresos Brutos constituye la matriz de las recaudaciones provinciales y las tasas financian actividades superfluas de los ditritos municipales.
En la mayoría de los distritos subnacionales, ese tributo (IIBB) representa alrededor del 90% de la torta de ingresos por cobro de impuestos provinciales. La reformulación del sistema tributario es una de las materias pendientes en la relación Nación-Provincias, más aún luego de la firma del Pacto de Mayo, suscripto por el Presidente y gran parte de los gobernadores el 9 de julio pasado, en la Casa Histórica de Tucumán. Este pacto parece que solo fue simbólico, ya que gran parte de los mandatarios olvidó su “responsabilidad fiscal” y las ideas de la libertad.
Dicho convenio establecía, además, la discusión de un nuevo esquema de reparto de los fondos de coparticipación federal de impuestos, una cuestión que los gobernadores no quieren que se ventile, menos aún durante un año electoral como el que se transita.
Desde el sector privado también reclaman una reducción de Ingresos Brutos provinciales. Mercado Libre advirtió sobre el impacto que en consumidores y PyME la reciente suba de ese impuesto en Santa Fe y otros distritos del país. “Este tributo encarece productos y servicios, golpea los bolsillos de las familias y pone en riesgo miles de negocios que son el motor de la economía local”, agregó la plataforma fundada por Marcos Galperin.
Además, sostuvo que “ingresos brutos es injusto porque se aplica sobre el total facturado, no sobre los ganancias, y genera un efecto cascada que incementa los costos en cada etapa de producción y distribución, encareciendo los precios”. Además, argumentó que “su gestión representa una carga administrativa innecesaria y costosa para los comercios, dificultando su desarrollo y crecimiento”.