El diputado nacional Carlos Cisneros, referente sindical y miembro del Partido Justicialista (PJ), ofreció a Enterate Noticias un extenso análisis sobre el primer año de gestión de Javier Milei. En su exposición, abordó temas como la inflación, las reformas laborales, el financiamiento universitario y las tensiones políticas en el Congreso. Sin embargo, sus declaraciones revelan un sesgo político que omite la responsabilidad histórica del peronismo en la actual situación económica y social de Argentina.
Inflación y su impacto en los sectores vulnerables
Cisneros comenzó señalando el impacto de la inflación en jubilados y trabajadores, destacando que, pese a los anuncios oficiales, la situación económica sigue siendo crítica para los sectores más vulnerables. “A pesar de lo que se anuncia, los trabajadores y jubilados cada vez ven más inaccesibles las necesidades básicas”, afirmó.
Sin embargo, esta crítica no toma en cuenta que la inflación es un problema que se profundizó durante las décadas de gestión peronista, con políticas expansivas y falta de control fiscal. La crisis inflacionaria que enfrenta Argentina no surgió con el gobierno de Milei; es el resultado de años de malas decisiones económicas y una estructura estatal sobredimensionada que el PJ contribuyó a consolidar.
Reformas laborales y privatizaciones: el debate en el Congreso
Cisneros también se pronunció en contra de las reformas laborales y las privatizaciones, criticando los intentos de auditar empresas estatales y limitar los privilegios sindicales. Según el diputado, las privatizaciones propuestas por el gobierno buscan debilitar a los gremios y no tienen en cuenta el impacto social.
En este punto, es importante destacar que las auditorías en empresas estatales, como el Banco Nación, no buscan eliminar derechos, sino garantizar la transparencia en el uso de fondos públicos. La postura del peronismo de oponerse a estas medidas refuerza la percepción de que busca proteger intereses particulares en lugar de priorizar el bienestar general.
Además, Cisneros criticó a legisladores que impulsan reformas laborales mientras mantienen reelecciones indefinidas. Sin embargo, no mencionó que estas prácticas son comunes dentro del PJ, donde dirigentes perpetúan sus cargos sindicales y políticos sin permitir el recambio generacional que él mismo reclama.
El financiamiento universitario y la desinformación
En relación al financiamiento universitario, Cisneros acusó al gobierno de Milei de desfinanciar la educación pública y beneficiar políticamente a sectores específicos. “Siempre se ha dicho que la caja de las universidades era para financiar la política de la Unión Cívica Radical”, expresó.
No obstante, esta narrativa contradice las declaraciones del propio Milei, quien ha reiterado que el objetivo es auditar las universidades para garantizar un uso eficiente de los recursos públicos. La idea de “desfinanciamiento” ha sido promovida por sectores peronistas que, durante años, gestionaron el sistema educativo sin realizar las auditorías necesarias para combatir la corrupción y mejorar la calidad académica.
Es válido recordar que las universidades públicas deberían ser espacios dedicados exclusivamente a la formación y el conocimiento, y no instrumentos para financiar estructuras partidarias. Si el PJ realmente defendiera la educación pública, habría implementado reformas que aseguren su sostenibilidad a largo plazo.
La violencia política y el uso del Estado para beneficios personales
Cisneros también criticó el supuesto clima de violencia promovido por el gobierno de Milei, calificando el debate político actual como “cruel e indolente”. Sin embargo, esta acusación resulta contradictoria si se considera el historial del PJ en el uso de recursos estatales para mantener privilegios políticos y sindicales, una práctica que genera una violencia estructural contra los ciudadanos que dependen de un Estado eficiente y transparente.
La verdadera violencia no radica únicamente en el discurso político, sino en utilizar los fondos públicos para perpetuar privilegios personales mientras el país enfrenta una crisis económica y social. La falta de políticas efectivas para combatir la pobreza, la corrupción y la desigualdad durante décadas de gobiernos peronistas es un ejemplo claro de esta forma de violencia institucional.
Críticas al gobierno de Alberto Fernández y el rol del PJ
Cisneros no escatimó críticas hacia la gestión de Alberto Fernández, a la que calificó como “muy mala” y responsable de permitir la crisis actual. También lamentó la falta de liderazgo dentro del PJ y la ausencia de un recambio generacional.
Sin embargo, estas declaraciones omiten un aspecto crucial: si el PJ tuvo el poder de gobernar durante décadas, ¿por qué no aplicó las ideas que ahora defiende Cisneros para evitar el colapso del país? Es fácil criticar desde la oposición, pero el peronismo tuvo múltiples oportunidades para implementar reformas estructurales y fracasó en hacerlo.
Las declaraciones de Carlos Cisneros revelan una postura crítica hacia el gobierno de Milei, pero carecen de autocrítica sobre el rol del peronismo en la crisis actual. La inflación, la corrupción en las universidades y la falta de reformas laborales son problemas que se gestaron durante años de gestión peronista.
El debate político en Argentina debe centrarse en soluciones concretas y sostenibles, dejando de lado la defensa de privilegios y narrativas que buscan perpetuar estructuras ineficientes. Es momento de que todos los sectores, incluido el PJ, asuman su responsabilidad histórica y trabajen para construir un país más equitativo y próspero.