El debate sobre la eliminación de las PASO ha cobrado fuerza con la confirmación del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de que el gobierno de Javier Milei impulsará un proyecto en el Congreso para suprimir este sistema electoral. La medida apunta a un ahorro significativo y a optimizar el esquema político, con miras a las elecciones de 2025.
Francos destacó que el proceso electoral completo costaría más de 500 millones de dólares y que eliminar las PASO permitiría ahorrar entre un 35% y 40%, es decir, unos 150 millones. Este recurso podría destinarse a áreas más urgentes en un país con graves problemas económicos. Además, subrayó que las PASO no han cumplido su propósito de resolver internas dentro de los partidos políticos, sino que han impuesto una carga adicional para los ciudadanos y el Estado.
PASO: ¿Una herramienta innecesaria?
Desde su implementación en 2011, las PASO han sido utilizadas mayormente por el PRO para dirimir disputas internas, algo que los demás partidos, incluido el peronismo, no suelen necesitar debido a su estructura más centralizada. Esto ha generado un sistema donde el gasto público se orienta a resolver conflictos internos de un solo espacio político, en lugar de servir al electorado general.
El presidente Milei, fiel a su mensaje de austeridad, busca terminar con este derroche de recursos. Para los votantes de La Libertad Avanza, eliminar las PASO no solo es coherente con la visión de achicar el gasto público, sino que también representa un paso hacia una política más eficiente y alineada con las necesidades de los ciudadanos.
El riesgo de dividir el voto
El análisis político también pone de manifiesto un problema crucial: la fragmentación del voto de derecha. La experiencia histórica demuestra que el peronismo, cuando está unido, siempre obtiene resultados favorables. Si La Libertad Avanza y el PRO compiten por separado en 2025, podrían estar facilitando la victoria de la oposición peronista en la composición del Congreso.
La realidad es que ambos partidos comparten una base ideológica similar, con votantes que priorizan valores como la libertad económica, la transparencia y la reducción del tamaño del Estado. Dividir esa base sería regalarle bancas al peronismo, que no tendría que enfrentarse a una derecha unificada.
En este contexto, la eliminación de las PASO podría ser un paso estratégico para evitar esta fragmentación. Al no tener la necesidad de presentar listas múltiples en cada espacio, tanto La Libertad Avanza como el PRO podrían centrarse en una estrategia de unidad que fortalezca al oficialismo.
Una reforma electoral integral
La propuesta del gobierno de Milei no se limita a las PASO. También incluye reformas clave como la implementación de la boleta única de papel, ya sancionada y que debutará en 2025. Este sistema promete mayor transparencia y menor costo, alineándose con las promesas de campaña del presidente.
Sin embargo, el proyecto enfrentará resistencia en el Congreso. El PRO, liderado por Mauricio Macri, ha mostrado reticencia a eliminar las PASO, prefiriendo convertirlas en optativas. A pesar de esto, el liderazgo de Milei podría ser el factor decisivo para construir los consensos necesarios y avanzar en una reforma que beneficie a todos los argentinos.
La oportunidad de un cambio histórico
La eliminación de las PASO representa mucho más que una medida de austeridad. Es una oportunidad para que la oposición reevalúe su estrategia y se fortalezca frente al peronismo, garantizando que cada voto cuente en la construcción de un país más libre y eficiente.
El liderazgo de Milei, enfocado en resultados concretos y en la eliminación de gastos superfluos, coloca a esta propuesta como una prioridad política que puede marcar un antes y un después en el sistema electoral argentino. Si La Libertad Avanza y el PRO logran articular una visión conjunta, podrían no solo que el oficialismo retenga el poder, sino también sentar las bases de un futuro donde las elecciones sean más transparentes, económicas y representativas.