La inflación da una tregua: ¿El fin del espiral de precios está cerca?
Septiembre cerró con una inflación del 3,5%, la más baja en lo que va del año y por debajo del 4%. Esta noticia es una bocanada de aire fresco para el gobierno de Javier Milei y genera expectativas sobre una posible desaceleración en el ritmo de aumento de precios.
¿Qué significa esta baja?
La disminución de la inflación en septiembre se debe principalmente a la desaceleración en el precio de los alimentos y bebidas, que representa una gran parte de la canasta básica. Además, medidas como la reducción del impuesto PAIS para las importaciones también contribuyeron a moderar el alza de precios.
Sin embargo, no todos los rubros mostraron una baja. Vivienda, agua, electricidad y gas registraron un aumento significativo, impulsados principalmente por la suba de alquileres y tarifas de servicios públicos.
¿Qué dicen los expertos?
Las consultoras privadas habían anticipado esta desaceleración y coinciden en que la inflación se mantendrá en torno al 3,5% durante los próximos meses. Sin embargo, advierten que alcanzar una inflación cero, como plantea el gobierno, será un desafío.
¿Qué implica esto para el futuro?
Si bien la baja de la inflación es una señal positiva, es importante tener en cuenta que el camino hacia la estabilidad de precios será largo y complejo. El gobierno deberá continuar implementando políticas económicas adecuadas y mantener un control estricto sobre el gasto público para lograr una desaceleración sostenida.