Al menos 356 personas perdieron la vida y más de 1200 resultaron heridas tras un bombardeo aéreo perpetrado por las Fuerzas de Defensa de Israel en el sur de El Líbano. Este incidente marca la ofensiva más devastadora desde el inicio del conflicto el año pasado. Mientras tanto, continúan las evacuaciones masivas en esa región del país.
El Ministerio de Salud del Líbano reportó que los ataques aéreos causaron la muerte de 356 personas, incluidos 24 niños y 42 mujeres, además de dejar a 1246 heridos.
Firas Abiad, titular del departamento de Salud libanés, detalló en una conferencia de prensa que los bombardeos alcanzaron ambulancias y centros médicos en las regiones del sur y este del país. El ministerio está en contacto con aliados internacionales para obtener suministros médicos y medicinas, y se prepara para elevar el nivel de alerta sanitaria ante posibles nuevos ataques.
Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron mediante un comunicado oficial haber atacado alrededor de 800 objetivos de Hezbollah en el sur del Líbano y la región de Bekaa, utilizando docenas de aviones de combate en varias oleadas a lo largo del día. Los blancos incluyeron misiles, bases de lanzamiento, drones y edificaciones donde se escondían cohetes de Hezbollah.
Desde su búnker en Tel Aviv, el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó en un video que el objetivo de los ataques era cambiar el equilibrio de seguridad en la región norte, prometiendo continuar con la acción militar.
Horas después del bombardeo, Hezbollah lanzó al menos siete proyectiles contra objetivos militares en el norte de Israel como represalia a los ataques contra el sur y la Bekaa, incluyendo el cuartel general del Comando Norte del Ejército israelí en Ein Zeitim y complejos de defensa en Zvulun.”