El drama detrás de la desaparición de Benjamín Gutiérrez ha conmocionado a la población tucumana. En las últimas horas, la investigación se direccionó hacia un caso de homicidio, como principales sospechosos los padres del niño, de apenas tres años de edad.
Desde la Fiscalía de Homicidio y Graves Atentados contra las Personas del Centro Judicial Concepción, su titular, el fiscal Miguel Varela, afirmó: “Se ha identificado un área donde podría encontrarse el cuerpo del pequeño Benjamín, quien está desaparecido desde el año pasado. Esta información proviene de referencias proporcionadas por vecinos de la zona sobre los lugares que solía frecuentar el padre del niño”.
En consecuencia, en la zona de Atahona, sobre la ruta 157, donde se ubica la residencia de la familia del niño desaparecido, se ha concentrado una variedad de fuerzas policiales y judiciales para iniciar la búsqueda.
En esta línea, se sumaron al esfuerzo el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), con todos sus departamentos, así como efectivos policiales de la Jefatura de Zona y Regional. También participaron especialistas de los Bomberos de Bella Vista y Yerba Buena, junto con sus perros entrenados.
Dada la densidad del monte y la oscuridad reinante en la zona, la búsqueda se extendió hasta el miércoles a partir de las 8:00 horas, aprovechando la luz del día. Se consideró la posibilidad de utilizar una retroexcavadora para abrir paso a través de la densa vegetación.
¿Qué sucedió con Benjamín?
La abuela materna del niño, residente en El Chañar, presentó una denuncia el 20 de febrero ante la fiscalía a cargo de Mariana Rivadeneira, reportando la desaparición del niño. Se inició una investigación para localizarlo, pero con el tiempo, los investigadores recopilaron evidencia que sugería la posibilidad de que sus propios padres podrían estar involucrados en su desaparición o fallecimiento. En vista de esta situación, el expediente fue transferido al fiscal Concepción Varela.
A medida que avanzaba la investigación, se reveló un panorama desgarrador. La madre, R.G (30 años), y su pareja, J.L (37), cuyos nombres se mantienen en reserva por razones legales, eran padres de cinco hijos. Según Zelarayán, “Era una familia que vivía de un lado a otro. Sabemos que ella cobraba un plan, pero de él no tenemos ningún dato específico. Vivían de prestado”.
Con el tiempo, la familia se desintegró gradualmente. En primer lugar, la abuela materna asumió la responsabilidad del hijo mayor después de que casi se ahogara en un accidente doméstico. En 2018, otro de los niños fue llevado de urgencia a un centro médico donde lamentablemente falleció. Aunque la autopsia reveló que murió por broncoaspiración, los forenses concluyeron que presentaba lesiones compatibles con maltrato.
El ex fiscal y ahora juez de impugnación, Jorge Carrasco, lideró la investigación del caso y decidió archivar la causa al confirmar que el niño no fue víctima de un crimen. En ese momento, los padres justificaron las marcas como resultado de los golpes que presuntamente le habría propinado un hermano de dos años.
“Ellos dicen que el papá lastimó a Benja, que le golpeó la cabeza con un bloque de cemento”, afirmó Mónica, la abuela materna. Este incidente habría sido el último episodio de violencia en el calvario que fue la corta vida del niño.
“Me contaron que (el padre) le pegaba con un machete, con un látigo, con botellas, con fierros…”, continuó la mujer, basándose en el testimonio de sus nietos mayores. Además, añadió: “Él torturaba a Benja, lo mordía”.
“Le molestaba que los niños lloraran, no le gustaba el ruido”, señaló la mujer sobre su yerno. En ese sentido, sugirió: “Cuando estaba drogado… creo que perdió el control y se excedió”.
Aunque las sospechas recaen principalmente sobre el padre de Benja, Mónica no exculpa a su propia hija de responsabilidad en el incidente. “Sí creo que ella podría haberle hecho daño a su hijo, porque estaba cegada por él (su pareja)”, declaró al medio. Y agregó: “Hubiera hecho cualquier cosa por él, por eso creo que colaboró inventando la historia de que Benja no había nacido”./LP