Hoy se cumplen tres meses desde que, el día después de las elecciones primarias de agosto, se aplicara una devaluación del 17% al peso en el mercado oficial. Aquel lunes marcado por la alta tensión financiera, el Gobierno tomó la decisión de aliviar la presión sobre las reservas internacionales del Banco Central y congeló el dólar mayorista en $350 para la venta. Este congelamiento tenía una fecha límite fijada para hoy, y según fuentes oficiales, a partir de mañana el dólar oficial podría comenzar a fluctuar.
“Fue un 3% hasta fin de mes, y será 3 pesos más mañana. Es tan simple como eso, representando el 1%”, comentaron fuentes gubernamentales a Infobae. “Del 15 al 30, será un 3% de ajuste. Y el primer día, una subida de 3 pesos”, confirmaron nuevamente.
El 15 de noviembre fue establecido tras conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La política económica liderada por Sergio Massa ha divergido ampliamente de las directrices del organismo: las metas de reservas y déficit se han distanciado considerablemente, las metas monetarias solo se mantienen formalmente y el descontento en Washington ya no se oculta. Este ajuste parece ser la mínima concesión del ministro y candidato para intentar no fracturar la relación de cara a lo que podría ser, si las elecciones lo permiten, el inicio de su presidencia.