El Papa Francisco llevará a cabo la canonización de la beata argentina María Antonia de Paz y Figueroa, también conocida como Mama Antula, a principios de 2024. La ceremonia de canonización se llevará a cabo en la Plaza San Pedro después de que este martes se haya aprobado un milagro atribuido a su intercesión.

La Congregación de las Causas de los Santos, con la autorización del Papa, ha publicado la aprobación de un milagro atribuido a la intercesión de María Antonia de Paz y Figueroa, quien es conocida como la beata de los Ejercicios Espirituales. El anuncio fue realizado por el Vaticano a través de un comunicado oficial.

Así, Mama Antula se convertirá en la primera santa argentina con una ceremonia que se hará, adelantaron fuentes vaticanas, en la Plaza San Pedro a inicios de 2024.

Mama Antula había sido beatificada en 2016 en Santiago del Estero luego de que el Papa autorizara la publicación de un milagro por la sanación de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador, quien habría recuperado la salud en el año 1900 por intercesión de la fundadora y madre espiritual de esta congregación

En 2010, Benedicto XVI había dado el primer paso hacia la beatificación de Mama Antula al considerarla "venerable" tras reconocer que "practicó las virtudes cristianas en grado heroico".

Nacida en 1730 en Santiago del Estero, y fundadora en Buenos Aires de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales en Buenos Aires, "Mama Antula" falleció el 7 de marzo de 1799, y sus restos descansan en la actualidad en la iglesia de Nuestra Señora de la Piedad, de la ciudad de Buenos Aires.

Quién es Mama Antula

María Antonia de Paz y Figueroa nació en 1730 en la ciudad de Santiago del Estero. De familia acomodada, recibió desde su infancia una buena y sana educación religiosa y espiritual. A los 15 años, en 1745, dejó su vida para evitar un matrimonio arreglado y así su camino la llevó al convento. Asumió un voto de castidad y pobreza y partió a Buenos Aires, donde se dedicó durante veinte años a predicar el mensaje de Cristo de la mano de los Jesuitas.

Cuando dejó Santiago del Estero, ella solo se quedó con su nombre de pila ―María Antonia― y le agregó el apellido “De San José”. De ahí nace el nombre “Antula”, ya que se trata de un sobrenombre que en el norte daban, en quechua, a las Antonias. Se trata de un apodo dicho a quienes ayudan y, el término “Mama”, se refiere al vínculo maternal que se construía.

Qué milagros se le atribuye a Mama Antula

Para que un beato sea canonizado y obtener el título de “santo” se le deben atribuir por lo menos dos milagros, que deben ser aprobados por el Vaticano. Eso mismo ocurrió con Mama Antula, a quien se le reconoció el primero en 2016. Se trataba de la sanación de la religiosa de Rosa Vanina, del instituto de las Hijas del Divino Salvador, quien habría recuperado la salud en el año 1900 por intercesión de la fundadora y madre espiritual de esta congregación. Su cura no tuvo ninguna explicación médica.

En 2010, Benedicto XVI había dado el primer paso hacia la beatificación de María Antonia de San José al considerarla “venerable” tras reconocer que “practicó las virtudes cristianas en grado heroico”. Finalmente, fue el Papa Francisco quien la beatificó en 2016.

El segundo milagro que se le atribuye es la curación del Sr. C. P. en el hospital de Santa Fe, Argentina. La persona en cuestión sufría un “ictus isquémico con infarto hemorrágico en varias zonas, coma profundo, sepsis, shock séptico resistente, con fallo multiorgánico”, de acuerdo a lo que informó el Vaticano. Su pronóstico era poco alentador porque tenía muy pocas posibilidades de volver a la vida normal debido a las lesiones cerebrales irreparables que tenía. Sin embargo, después del rezo de varios de sus amigos y familiares a Mama Antula, al cabo de unos días mostró una notable mejoría. Después de unos meses de fisioterapia, él ya era independiente y podía hacer tareas manuales normales.

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