Un equipo internacional de científicos dio un paso clave en la lucha contra el Alzheimer al validar una prueba de sangre capaz de detectar la enfermedad con más del 90% de precisión.
El estudio, publicado este lunes en la prestigiosa revista Nature Medicine, representa un avance significativo hacia un diagnóstico temprano, más accesible y menos invasivo.
El descubrimiento se basa en la detección del biomarcador fosfo-tau217 (p-tau217), una proteína asociada con los primeros signos del Alzheimer. La investigación fue llevada adelante por científicos del Instituto de Investigación Hospital del Mar, el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), y universidades de Suecia e Italia.
Un cambio de paradigma en el diagnóstico
Hasta ahora, los métodos para diagnosticar el Alzheimer requerían procedimientos costosos y complejos como punciones lumbares o escáneres PET. En cambio, la nueva prueba puede realizarse en laboratorios clínicos convencionales, lo que podría facilitar su aplicación masiva y reducir drásticamente los costos. De hecho, el estudio estima que el ahorro podría oscilar entre el 60% y el 81% respecto a las pruebas actuales.
“Este desarrollo nos permite detectar el Alzheimer en sus fases iniciales y determinar quién necesita pruebas adicionales y quién no”, explicó el doctor Marc Suárez-Calvet, neurólogo e investigador del Hospital del Mar y del BBRC. Además, señaló que se establecieron puntos de corte en los niveles del biomarcador para categorizar el riesgo con mayor precisión.
Una herramienta prometedora, pero aún en evaluación
La prueba mostró una eficacia comparable a la de una punción lumbar en pacientes hospitalizados, aunque los investigadores advierten que su precisión disminuye en contextos de atención primaria y en personas mayores de 80 años. También se consideraron variables como la diabetes o la función renal en la evaluación de los resultados.
A pesar de su potencial, los expertos subrayan que los resultados deben ser interpretados por profesionales de la salud especializados, y no utilizados como herramienta diagnóstica de forma aislada.
La doctora Federica Anastasi, coautora del estudio, destacó que esta herramienta “podría integrarse fácilmente en la práctica clínica y mejorar la precisión del diagnóstico de Alzheimer”. A su vez, el doctor Pablo Villoslada, jefe del Servicio de Neurología del Hospital del Mar, remarcó que su implementación podría garantizar un acceso más equitativo a la atención y mejores tratamientos.
Una esperanza para millones
Actualmente, más de 57 millones de personas viven con demencia en el mundo, y se estima que esa cifra podría superar los 139 millones para 2050, según la Organización Mundial de la Salud. Este avance se perfila como una esperanza para millones de familias, ofreciendo la posibilidad de un diagnóstico más temprano, que permita un abordaje más eficaz de la enfermedad.