El pasado domingo, en la esquina de Inca Garcilazo y pasaje Díaz Vélez, se produjo un lamentable hecho que tuvo como víctima a una conductora de Uber Moto, debido a que el pasajero la manoseó, se tocó y exhibió sus partes íntimas. Esto despertó la reacción de sus compañeros, quienes le dieron una golpiza.
La policía intervino rápido junto a un grupo de vecinos y evitaron que el excitado joven fuera linchado por un grupo de choferes de ubermotos, quienes lo acusaban de abusador. La Justicia determinó que solo se trató de un caso de exhibicionismo, un delito excarcelable, y ordenó su liberación. Algunos vecinos sostienen que el acosador tiene problemas mentales.
El hecho ocurrió el domingo, cuando el acusado solicitó un servicio de transporte en moto en pleno centro de San Miguel de Tucumán. Una joven conductora respondió al llamado y trasladó al pasajero hasta la intersección de Inca Garcilaso y pasaje Díaz Vélez. Durante el trayecto, según la denuncia de la conductora, el hombre le acarició la espalda y la cintura.
Al llegar a destino, la situación se tornó más grave: el pasajero habría comenzado a tocarse sus partes íntimas frente a la conductora. Inmediatamente, la mujer alertó a sus compañeros, quienes acudieron al lugar y fueron hasta el domicilio del sospechoso para confrontarlo.
Cuando el joven admitió haber sido el autor del hecho, los motoqueros lo sacaron de su casa y lo golpearon con patadas y puñetazos.
Fueron los vecinos quienes intervinieron para frenar la agresión y sugirieron que lo llevaran a la comisaría 4°. Sin embargo, los choferes continuaron golpeándolo hasta que llegaron a la dependencia policial, donde finalmente fue rescatado por los efectivos de guardia.
La fiscal Adriana Reinoso Cuello ordenó la detención preventiva del acusado para evaluar la situación. Con el testimonio de la víctima, la fiscalía determinó que no se trató de abuso ni de acoso, sino de exhibiciones obscenas, un delito excarcelable. En consecuencia, se dispuso su liberación, aunque continuará vinculado a la causa y podría enfrentar una multa.
El acusado, que según fuentes policiales padecería problemas mentales, sufrió diversas lesiones producto de la golpiza. Su estado de salud estaba siendo evaluado por médicos para determinar la gravedad de las heridas. Mientras tanto, el episodio reavivó el debate sobre la justicia por mano propia y la violencia en las reacciones colectivas ante hechos delictivos.