El decreto del Gobierno de Javier Milei que convierte al Banco Nación en Sociedad Anónima ha generado fuertes críticas desde la Asociación Bancaria, liderado por los diputados de Unión por la Patria, Sergio Palazzo y Carlos Cisneros. El Sindicato emitió un duro comunicado en el que calificó a Milei de “estafador” y denunció que la medida tiene como “único objetivo un negociado espurio”.
El documento señala que el Banco Nación es la entidad financiera más rentable del país y la que mayor cantidad de clientes, depósitos y créditos otorga. Además, subrayan que ha cumplido su función social como banco público al contribuir al desarrollo de la industria, el agro y las pymes. En este sentido, consideran que transformar al Banco Nación en una Sociedad Anónima es una medida injustificada y una amenaza para el patrimonio estatal.
Asimismo, los dirigentes sindicales recordaron que en abril del año pasado se recolectaron más de un millón de firmas en contra de la privatización del Banco Nación, entregadas posteriormente al Congreso de la Nación. También mencionaron movilizaciones y asambleas en defensa de la entidad bancaria. A pesar de estos antecedentes y de que la Ley Bases finalmente excluyó la posibilidad de privatización parcial o total del Banco Nación, el presidente Milei insiste en transformarlo en Sociedad Anónima.
En el comunicado, los sindicalistas redoblan sus críticas a Milei, aludiendo a las investigaciones en curso sobre presuntas estafas vinculadas con criptomonedas, la Comisión de Valores de Estados Unidos e incluso el FBI. Además, mencionan denuncias de presuntos sobornos relacionados con la agenda presidencial y acusan al Gobierno de no haber brindado explicaciones sobre la salida de oro del Banco Central.
Sin embargo, detrás de esta fuerte oposición de La Bancaria y sus referentes políticos, se encuentra el hecho de que el kirchnerismo y el peronismo en su conjunto han gobernado Argentina la mayor parte del tiempo desde el regreso de la democracia en 1983.
Durante estas décadas, el país ha experimentado un deterioro en las condiciones económicas y laborales, con una creciente precarización del empleo y un aumento de la pobreza que llegó a superar el 57% a fines del 2023. Es llamativo que dirigentes como Cisneros y Palazzo, pertenecientes a un espacio político responsable de la crisis económica actual, se presenten como defensores de los trabajadores cuando las políticas de su sector han contribuido directamente a la situación que denuncian.
La Asociación Bancaria anunció que se declara en “estado de alerta y movilización” y adelantó que habrá una reunión de sus cuerpos orgánicos para definir las acciones a seguir. Este nuevo enfrentamiento entre el Gobierno y el sindicalismo peronista suma tensión a un escenario político ya polarizado, donde el presidente Milei sostiene que su objetivo es reestructurar el Estado y terminar con los privilegios de sectores que han dominado la política económica del país por décadas.