El 2024 será recordado como un año clave en la historia política y económica de Argentina. Bajo la conducción de Javier Milei, el país transitó un período de transformaciones que buscaron sentar las bases de un nuevo modelo de gobernanza. Desde reformas económicas ambiciosas hasta un estilo disruptivo en la gestión pública, la administración Milei dejó una marca indeleble en su primer año de gobierno. A continuación, un repaso por los principales hitos y desafíos de su gestión.
Reformas económicas: el eje central de la gestión
Uno de los pilares de la administración Milei fue el impulso a una agenda económica enfocada en reducir el tamaño del Estado, combatir la inflación y dinamizar el sector privado. Desde el inicio de su gestión, el presidente se abocó a implementar una serie de medidas que generaron tanto expectativas como polémicas.
Entre las iniciativas más destacadas estuvo la eliminación progresiva de subsidios a los servicios públicos, una política que buscó equilibrar las cuentas fiscales y reducir el déficit. Esta medida, aunque inicialmente generó críticas debido al aumento de tarifas, fue defendida como una decisión necesaria para corregir años de gasto público descontrolado.
La dolarización, uno de los proyectos insignia de Milei durante la campaña, fue un tema central del debate político. Si bien no se implementó de manera inmediata, el gobierno avanzó en sentar las bases técnicas y legales para su posible adopción en el futuro, priorizando una reducción drástica de la emisión monetaria y la búsqueda de acuerdos con organismos internacionales para fortalecer las reservas.
Además, el gobierno impulsó un programa de desregulación para simplificar los trámites burocráticos y fomentar la inversión privada. Según datos oficiales, estas políticas permitieron un incremento en el número de nuevas empresas registradas durante el segundo semestre del año, mostrando una recuperación gradual en sectores clave como la industria y la tecnología.
Privatizaciones: el debate que dividió al país
Otra de las banderas de Milei fue la privatización de empresas públicas consideradas deficitarias. Aunque enfrentó resistencia tanto en el Congreso como en ciertos sectores de la sociedad, el gobierno avanzó con la venta parcial o total de activos de empresas estatales como Aerolíneas Argentinas y ciertas distribuidoras de energía.
El Ejecutivo argumentó que estas privatizaciones eran esenciales para reducir el gasto público y mejorar la eficiencia de los servicios. En su discurso inaugural, Milei enfatizó:
“El Estado debe enfocarse en lo esencial: justicia, seguridad y defensa. No puede seguir siendo un elefante blanco que nos aplasta a todos”.
Si bien la medida fue celebrada por sectores empresariales, también generó tensiones con sindicatos y partidos de la oposición, que alertaron sobre posibles consecuencias sociales.
Relaciones internacionales: nuevos aliados y desafíos diplomáticos
En el plano internacional, el gobierno de Milei adoptó una postura marcada por el pragmatismo económico y el alejamiento de bloques tradicionales como el Mercosur en su forma actual. La administración priorizó acuerdos bilaterales con países como Estados Unidos y Brasil, buscando atraer inversiones y potenciar las exportaciones.
El presidente también reforzó su vínculo con Israel, país al que elogió en reiteradas ocasiones como un modelo de eficiencia y desarrollo. A su vez, la relación con China fue motivo de debates internos, ya que Milei expresó dudas sobre la continuidad de ciertos acuerdos firmados por gestiones anteriores, priorizando en su lugar vínculos más estrechos con potencias occidentales.
La batalla contra la inflación y la pobreza
La inflación, uno de los problemas más persistentes de la economía argentina, fue un tema prioritario para el gobierno. Aunque las medidas adoptadas lograron reducir la inflación interanual hacia finales de 2024, el impacto en los precios de productos esenciales continuó siendo un desafío.
En cuanto a la pobreza, el gobierno implementó programas de asistencia focalizados en los sectores más vulnerables, mientras impulsaba la creación de empleo a través de incentivos fiscales para las empresas. Estas políticas, aunque criticadas por algunos como insuficientes, fueron presentadas como un primer paso hacia la sostenibilidad económica.
Reformas laborales: un nuevo paradigma para los trabajadores
El gobierno también avanzó con una reforma laboral que buscó flexibilizar las condiciones de contratación y reducir los costos asociados a la generación de empleo formal. Esta medida fue presentada como una herramienta para combatir la informalidad laboral, que afecta a casi la mitad de los trabajadores argentinos.
Aunque los sindicatos expresaron su rechazo, los primeros informes del Ministerio de Trabajo indicaron un aumento en la formalización de empleos en sectores como la construcción y los servicios tecnológicos.
Tensiones políticas y su impacto en la gobernabilidad
El estilo directo y confrontativo de Milei no estuvo exento de críticas. Su relación con el Congreso fue tensa en varias ocasiones, especialmente durante la discusión de leyes clave como la Ley Ómnibus, que incluía medidas de ajuste fiscal y reformas estructurales.
A pesar de estas tensiones, el gobierno logró construir alianzas estratégicas con sectores independientes y moderados, permitiendo la aprobación de varias de sus iniciativas más importantes.
El balance del primer año
El 2024 dejó un balance mixto para la gestión de Javier Milei. Si bien logró avances significativos en materia de reformas económicas y desregulación, los desafíos estructurales del país, como la pobreza y la inflación, continúan siendo problemas que demandan soluciones a largo plazo.
Con un enfoque disruptivo y una visión de cambio profundo, Milei marcó un antes y un después en la política argentina. Su primer año de gestión mostró tanto los beneficios como los riesgos de una administración que apuesta por romper con las viejas estructuras para construir un nuevo modelo.
De cara a 2025, la gran pregunta es si el gobierno logrará consolidar los avances obtenidos y superar los desafíos pendientes, mientras continúa enfrentando las críticas de una oposición que, hasta ahora, ha carecido de un liderazgo claro para contrarrestar sus políticas.