Por primera vez en más de cinco años, YPF ha anunciado una reducción en los precios de la nafta y el gasoil, luego de que los combustibles aumentaran un 340% en el último año. Este ajuste comenzará a regir desde este martes.
De acuerdo con un análisis realizado, las estaciones de servicio en Tucumán reportaron una disminución de $11 en el precio de los combustibles. Así, la nafta super pasó de $1.106 a $1.095, mientras que el diésel se redujo de $1.375 a $1.348. Otras compañías petroleras han implementado recortes similares a los de YPF.
Daniel Montamat, exsecretario de Energía de la Nación, ofreció su perspectiva sobre esta situación, señalando que varios factores económicos contribuyen a la baja en los precios. “La devaluación del peso es del 2% mensual, y esto se traduce directamente en precios, ya que todos los cálculos se realizan en dólares oficiales. Para que las empresas puedan bajar sus precios, han tenido que tener en cuenta que la disminución del precio del crudo supera este porcentaje”, explicó. Actualmente, el costo del petróleo ronda los 73 dólares, mientras que en el mercado local se encuentra entre 71 y 72 dólares, lo que ha permitido que los precios internos reflejen esta reducción.
Montamat también subrayó el efecto que los impuestos sobre los combustibles tienen en esta dinámica. Según el exfuncionario, el gobierno tiene la capacidad de ajustar estos tributos, lo que podría influir en la estructura de costos de las empresas y facilitar una reducción más significativa en los precios para el consumidor.
Un factor adicional a considerar es la reciente disminución en la demanda de combustibles, que ha sido notable. En agosto, la demanda de naftas disminuyó un 6,77% y la de gasoil un 7,67% en comparación con el mismo mes del año anterior. Esta tendencia a la baja en el consumo ha llevado a las empresas a replantear sus estrategias, ya que un aumento en los precios sin un correspondiente ajuste a la baja podría resultar en una caída aún mayor en las ventas.