Diecinueve miembros de la fuerza policial están bajo investigación por presuntas vejaciones, apremios ilegales y encubrimiento, relacionados con las agresiones y lesiones sufridas por un grupo de 20 personas privadas de la libertad en la comisaría de Yerba Buena.
El incidente tuvo lugar en la madrugada del 16 de enero de 2023. Alrededor de las 3 de la mañana, agentes de Infantería entraron a una de las celdas de la dependencia policial, donde estaban alojados los 20 reclusos. Según afirmó el abogado Carlos Garmendia, los agentes desnudaron a los detenidos, los apilaron y los golpearon brutalmente con tonfas, ocasionándoles lesiones en diversas partes de sus cuerpos.
Los familiares de las víctimas se enteraron de lo sucedido y rápidamente alertaron al comisionado civil de la Comisión Provincial de Prevención de Tortura, Fernando Korstanje, quien se apersonó en la comisaría en la mañana después de las agresiones, se entrevistó con los detenidos y el personal, constató que habían sido agredidos, tomó fotografías de las lesiones y envió un informe de la visita a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, representada en la provincia por el abogado Carlos Garmendia, quien realizó la denuncia penal.
El caso cayó en manos de la Fiscalía de Delitos Complejos de feria, a cargo de Alejandra Navarro. La fiscala envió a personal de la Unidad junto con médicos de Tribunales, quienes también se entrevistaron con las víctimas y constataron las heridas.
Un año después se formalizó la investigación del caso. El martes 30 de abril la fiscala Mariana Rivadeneira acusó al personal de Infantería por los delitos de vejaciones y apremios ilegales y por lesiones agravadas. La subjefa de la comisaría, Fabiana Villagrán, también quedó acusada por el mismo delito a pesar de no haber participado en las agresiones. “Ella estaba presente esa noche y fue quien habría convocado al personal”, explicó Garmendia.
Rivadeneira también imputó a los cinco policías que se encontraban esa noche de guardia por el delito de encubrimiento y al Jefe de la comisaría, Marcelo Risso Patrón, por encubrimiento agravado. “Si bien él no estuvo presente la noche del hecho, al día siguiente se enteró y no hizo la denuncia”, dijo Garmendia.
Korstanje señaló que Villagrán negó la intervención violenta de Infantería y para justificar su presencia en la comisaría dijo que los llamó porque los detenidos protestaron debido a que se había reducido el horario de visita de los familiares e intentaron fugarse.
El Jefe de Policía, Joaquín Girveau, apoyó lo argumentado por Villagrán. “Cuando llegó Infantería pusieron el colchón en la reja para tapar lo que estaban haciendo, entonces infantería ingresó, los redujo a todos y los sacó. Con esa gente no se podía hablar, eran agresivos”, sostuvo.
Los imputados deberán cumplir durante los próximos seis meses una prohibición de acercamiento de 200 metros a favor de las víctimas y sus respectivas familias, para evitar que sufran algún tipo de represalias. “Esto es emblemático porque es la primera intervención propia del mecanismo local de Tucumán. Para nosotros es muy importante que esto avance. Nuestra función como comisión no es tanto denunciar ni meter presos a policías, es prevenir; pero si no hay una señal de la Justicia de freno esto va a seguir”, manifestó Korstanje.
Girveau, por su parte, se mostró disconforme con la medida y adelantó que no reubicarán a los policías imputados sino a los reos. “Me pondré en contacto con los jefes de las Unidades Regionales y ellos con los fiscales para distribuir a los delincuentes a lo largo y ancho de la provincia en los arrestos que tengamos disponibles. De ninguna manera voy a mover a los policías de su lugar de destino. Respetamos a la Justicia y a los fallos judiciales pero quiero que quede claro que este fue un intento de fuga sofocado por el personal policial”, dijo. Y advirtió que “los policías van a tener el total respaldo de esta Jefatura Regional, del Ministerio de Seguridad y del Gobernador de la Provincia. Esa va a ser nuestra postura lisa y llanamente y ya estamos trabajando al respecto”./LaGaceta