En 2009 la Organización de Naciones Unidas nombró a Leonel Messi como “embajador de buena voluntad” para Unicef, la organización dedicada a la infancia, para llamar la atención sobre la situación de los niños más vulnerables. Quince años más tarde otro argentino recibió una distinción similar, pero no hace magia con su zurda, sino con su lente. Se trata de Nicolás Marín Benítez, un joven de 24 años, de la localidad bonaerense de San Miguel, que se especializa en fotografías submarinas y de la naturaleza.
En los últimos años, Marín Benítez acumuló logros de un modo vertiginoso. En 2023 fue elegido como uno de los 100 jóvenes líderes del mundo en la Our Ocean Conference 2023, una actividad organizada por la UNESCO que documenta el cambio climático en el Polo Norte, Noruega, Islandia, Islas Galápagos, Aruba, Panamá, Londres, Fernando de Noronha y Baja California Sur. “Fue por mi iniciativa para poner en imágenes los efectos del cambio climático en la región del Polo Norte”, precisa. En noviembre fue elegido el Mejor Fotógrafo Ambiental en la categoría “Recuperando la Naturaleza”, en un concurso organizado por la Chartered Institution of Water and Environmental Management (CIWEM).
Casi al mismo tiempo, como explorador de la publicación National Geographic, recibió la invitación para participar de la expedición Darwin 200, organizada por el documentalista de la BBC Stewart McPherson, que busca recrear el viaje del naturalista Charles Darwin que lo llevó a formular su Teoría sobre la Evolución de las Especies.
“Por esa época me enteré de que la ONU buscaba embajadores de buena voluntad alrededor del mundo y decidí anotarme para seguir visibilizando lo que pasa con el medio ambiente”, cuenta Marín Benítez. Y él mismo es el más sorprendido en haber logrado el título. “Quedaron personalidades como Mo Farah que es un corredor y medallista olímpico y el músico Kofi Kinaata. Messi lo había ganado hace años y ahora me tocó a mí”, contó a Telam.