En menos de seis meses de gestión, la intervención de una obra social a cargo de aliados de Luis Barrionuevo destinó por lo menos tres millones de dólares a fundaciones y prestadores sin documentación de respaldo, además de haber hecho otros gastos injustificados y regalos por al menos 5 millones de pesos de una joyería de Recoleta al tiempo que denegaba prestaciones para sus afiliados.
Según consignó Mariano Martín en Ámbito este miércoles, las denuncias constan en un informe de auditoría realizado por un funcionario que sucedió a un dirigente leal al gastronómico y que duró apenas un mes en el cargo, del que renunció sometido a presiones -siempre del mismo origen- para que alquilara un edificio por 10 millones de pesos mensuales.
La auditoría fue practicada por la intervención de la Obra Social del Personal de Seguridad Comercial, Industrial e Investigaciones Privadas (Ospsip) entre marzo y abril de este año y entregada a la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), el órgano encargado del control de las prestadoras de salud de gremios y prepagas. El entonces interventor, Jorge Alonso, relevó parte de la labor de su antecesor, Sigifredo Jorge Banegas, quien a su vez había llegado al cargo a partir de un acuerdo entre Barrionuevo, su impulsor, y el superintendente Daniel López.
La denuncia coincide con un momento de nuevo protagonismo del dirigente gastronómico a partir de su patrocinio de la candidatura presidencial de Javier Milei, que prometió fiscalizar con afiliados del gremio Uthgra en todo el país. El libertario, que semanas atrás parecía despegarse de Barrionuevo, terminó por asumir en los últimos días el padrinazgo del sindicalista, que tuvo entre sus primeros frutos una cena de gala ofrecida al candidato en el predio de Parque Norte.