El Gobierno de Javier Milei dio un nuevo paso en su cruzada para liberar a las fuerzas productivas del peso asfixiante del Estado. El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, anunció este martes una medida histórica para el sector energético: la eliminación de las retenciones al petróleo convencional.
La decisión confirma el rumbo económico de la administración libertaria, que entiende que la única forma de generar riqueza genuina es quitándole el pie de encima a los productores y reduciendo la voracidad fiscal que caracterizó al modelo kirchnerista.

A través de su cuenta de X, Adorni confirmó que el Gobierno avanzará con esta quita impositiva con un objetivo claro: promover nuevas inversiones en áreas que, si bien no son Vaca Muerta, siguen siendo vitales para la matriz energética nacional.
La medida busca reactivar los yacimientos maduros, aquellos que requieren mayor tecnología y capital para seguir produciendo, y que durante años fueron castigados por un esquema de retenciones que hacía inviable su explotación.
“El Gobierno Nacional va a quitar las retenciones al petróleo convencional para fomentar el desarrollo del sector”, sentenció el vocero presidencial.
Esta iniciativa no es una decisión aislada y centralista, sino fruto del consenso y el federalismo bien entendido. La medida fue acordada con las provincias productoras, que ven en esta modificación un incentivo crucial para potenciar los proyectos en curso y atraer capital privado.
Como parte de este proceso de saneamiento del sector, ya se dio el primer paso institucional con la firma de un acta de entendimiento entre el Ministerio de Economía, conducido por Luis Caputo, y la provincia de Chubut, una de las jurisdicciones históricas en la producción de hidrocarburos.
En este acuerdo, se ve reflejado el cambio de paradigma: el esfuerzo es compartido. De acuerdo al anuncio, la administración chubutense se comprometió a revisar sus cánones, acompañando la señal de la Nación.
Adorni definió esta sinergia como “un esfuerzo compartido entre la Nación y las provincias”, marcando una diferencia abismal con la relación de sometimiento (“látigo y chequera”) que la gestión anterior mantenía con los gobernadores.

La medida se alinea perfectamente con la filosofía del presidente Milei: aliviar la presión fiscal es la única vía para impulsar sectores estratégicos. En su mensaje final, Adorni resumió la doctrina oficial con una frase contundente: “Menos impuestos es más inversión y más trabajo para los argentinos. Fin”.
