El gobierno de Javier Milei sigue cosechando éxitos en la batalla más dura: la desinflación. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó este miércoles que, a pesar del ruido político y la incertidumbre generada por el kirchnerismo antes de las elecciones, la inflación de octubre se mantuvo bajo control.

El índice de precios al consumidor fue del 2,3% mensual, un leve incremento que ya había sido anticipado por el propio Presidente.
Lo verdaderamente relevante, sin embargo, son los datos estructurales que demuestran el cambio de era. La inflación interanual cayó drásticamente al 31,3%. Una cifra que el país no veía en años y que contrasta con el desastre hiperinflacionario heredado de la gestión anterior.
Asimismo, el acumulado en los primeros diez meses del año alcanzó un 24,8%, consolidando la fuerte desaceleración que el Gobierno logró desde el comienzo de su gestión.
El presidente Javier Milei había explicado este leve repunte mensual, atribuyéndolo al denominado “riesgo Kuka”. Este término alude al pánico y la volatilidad que generan en los mercados el simple temor a un eventual regreso del kirchnerismo o de sus políticas populistas de emisión y despilfarro.
Ese “riesgo Kuka” generó incertidumbre en los días previos a las elecciones legislativas del 26 de octubre, lo que impactó transitoriamente en algunos precios, especialmente en el rubro Transporte (3,5%).
Sin embargo, una vez despejado el panorama electoral y ratificado el rumbo de la libertad, el Gobierno confirmó que este riesgo está desapareciendo y la normalidad ha vuelto.

El leve repunte de octubre, provocado por factores transitorios, no altera de ninguna manera la tendencia general de baja inflacionaria. El dato del INDEC solo confirma que el modelo de austeridad y disciplina fiscal es el único camino para terminar con el flagelo inflacionario que el populismo creó.
