A pesar del luto por la tragedia del acto anterior, el dirigente Federico Masso insistiría en una nueva movilización donde, según denuncias, se repite el esquema de coerción y clientelismo.
Federico Masso volvería a encabezar un acto político el próximo 21 de octubre, pese a las fuertes críticas que recibió tras la muerte de una mujer atropellada por un colectivo que trasladaba militantes al evento anterior. Aquel episodio, que conmocionó a Tucumán, no derivó en la suspensión del acto, lo que generó indignación entre los asistentes.
En las últimas horas, trascendieron mensajes que dan cuenta de nuevas presiones hacia beneficiarios de tarjetas sociales, planes y merenderos, quienes aseguran no querer participar “por lo ya sucedido”. “Están todavía en la etapa del temor a perder las cosas, es su manera de continuar sometiéndolos”, expresó una fuente consultada que pidió reserva de identidad.
De acuerdo con esos mensajes, la organización ofrecería bolsones de alimentos y hasta 15 mil pesos por persona para garantizar la asistencia, además de la movilización en colectivos con exceso de capacidad y sin medidas de seguridad, lo que reaviva el recuerdo del trágico episodio anterior.
El evento contaría con la presencia del gobernador Osvaldo Jaldo y candidatos del oficialismo, aunque aún no se habría definido el lugar. “Con lo sucedido no está encontrando lugar”, mencionó una de las fuentes.
Las denuncias sobre clientelismo y coerción política no son nuevas, pero vuelven a cobrar fuerza en un contexto donde la vulnerabilidad social se usa como herramienta de control y movilización. Mientras tanto, el malestar crece entre quienes sienten que son obligados a elegir entre su seguridad y sus beneficios.