El candidato radical Roberto Sánchez recibió un respaldo público en Yerba Buena de parte del intendente Pablo Macchiarola y de los legisladores Manuel Courel y José Macome, estos participaron de un mitin político en la ciudad jardín en el que se analizó el escenario político de cara a los comicios nacionales.
En el acto, sus aliados lo presentaron como “la mejor opción” de cara a las elecciones del 26 de octubre, destacando su supuesta “gestión honesta y transformadora” como principal argumento de campaña.
Sin embargo, la foto de unidad también generó fuertes cuestionamientos en el plano político. Esto se debe a que no se trató de un verdadero armado opositor, sino de un rejunte de dirigentes sin peso propio, cuya función práctica termina siendo favorecer al kirchnerismo en Tucumán.
La estrategia de Sánchez, según critican referentes de la oposición real, no construye un proyecto sólido capaz de enfrentar al oficialismo provincial y nacional, sino que consolida el esquema de una oposición funcional, tibia y testimonial, que divide el voto opositor y facilita la continuidad del kirchnerismo en el poder.
En ese marco, mientras el encuentro en Yerba Buena buscó instalar a Sánchez como referente opositor, persiste el debate sobre el verdadero alcance de su candidatura: si representa una alternativa genuina de cambio o si, por el contrario, encarna un armado débil y ambiguo, más cercano a ser un aliado indirecto del oficialismo que una opción real para los tucumanos.