Autismo en debate: el presidente Donald Trump afirmó que el paracetamol en embarazadas podría causar autismo y anunció la leucovorina como una potencial cura para los síntomas del trastorno.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió este lunes con declaraciones sobre el autismo en una conferencia en la Casa Blanca. Acompañado por su secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., afirmó que el uso de paracetamol durante el embarazo estaría asociado a un mayor riesgo de autismo en los niños.

“Tomar Tylenol no es bueno. Lo diré. No es bueno”, sostuvo el mandatario al referirse al analgésico más consumido en el país. Sus palabras encendieron la polémica, ya que se trata de un medicamento de venta libre utilizado desde hace décadas para tratar fiebre y dolores leves, sin que existan consensos médicos que avalen una relación directa con el autismo.
Una potencial cura
En paralelo, Trump y el jefe de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), Marty Makary, anunciaron que la leucovorina —una forma de ácido fólico— podría contribuir al tratamiento de ciertos síntomas vinculados al autismo, como los déficits en el lenguaje. “Tenemos una epidemia de autismo que ha aumentado un 400% en las últimas décadas y no tenemos una causa conocida. Ahora bien, esto puede ser una causa”, subrayó Makary.
El funcionario citó además un documento de la Escuela de Salud Pública de Harvard que, según sostuvo, refuerza la asociación entre el consumo de paracetamol y el autismo.
Datos y polémica
Kennedy Jr. presentó cifras que muestran que actualmente uno de cada 31 niños en Estados Unidos es diagnosticado con autismo, frente a proporciones mucho menores registradas en los años 90. El secretario advirtió además que la gravedad de los casos ha ido en aumento.

El anuncio repercutió también en el plano económico: las acciones de Kenvue, fabricante del Tylenol, se desplomaron un 15%. La compañía negó categóricamente cualquier vínculo entre el paracetamol y el autismo.
La comunidad científica, mientras tanto, mantiene su escepticismo ante las declaraciones presidenciales y advierte que las afirmaciones podrían generar desinformación y alarma entre padres y médicos.
