Lisandro Catalán sugirió que la proivincia de Tucumán debe replicar lo hecho por Nación en su administración local: bajar impuestos. El ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, instó a los gobernadores de todas las provincias a reducir cargas, especialmente Ingresos Brutos, con el objetivo de aliviar el peso fiscal sobre los ciudadanos y el sector productivo.
Según Catalán, el Gobierno Nacional bajo la gestión de Javier Milei, está realizando un “sacrificio enorme”, al recortar 15 puntos del PBI y mantener el superávit fiscal. Como parte de esta estrategia, la Nación decidió reducir retenciones al agro y bajar impuestos a los automóviles, entre otras medidas de alivio tributario.
Sin embargo, a pesar del ajuste realizado a nivel nacional, desde el Ministerio de Economía sostienen que los gobernadores aún no han hecho su parte. La resistencia a bajar impuestos provinciales y el elevado gasto público continúan siendo una traba para mejorar la competitividad de las economías regionales.
En este contexto, Tucumán Digital se comunicó con el vicejefe de Gabinete y referente de La Libertad Avanza en Tucumán, Lisandro Catalán, para conocer su visión sobre la situación fiscal de la provincia y la postura del gobierno nacional.
Catalán fue tajante: “Los gobernadores tienen que bajar el gasto público. Si lo hacen, podrán reducir impuestos sin problema”, afirmó. Además, destacó que en Tucumán la situación es particularmente grave debido al excesivo tamaño del Estado provincial.
“No nos olvidemos que Tucumán tiene la Legislatura más cara del país y el Concejo Deliberante más costoso. Hay empleados públicos sin un rol específico y una cantidad de entes ineficientes que solo generan más gasto. Un claro ejemplo es el IPLA, que no cumple una función efectiva pero sigue absorbiendo recursos del Estado”, sentenció Catalán.
Además, el funcionario advirtió sobre el impacto de esta presión fiscal en el sector privado. “Tucumán necesita que las empresas y los comercios puedan recuperarse, pero con la carga impositiva que enfrentan, es muy difícil. Ni hablar de las inversiones que no llegan a la provincia por los altos impuestos provinciales. Nadie quiere venir a generar empleo en un lugar donde el Estado se queda con una parte enorme de lo que producís”, explicó.
Desde el oficialismo nacional sostienen que las provincias deben acompañar el esfuerzo reduciendo el gasto improductivo. La pelota ahora está en el campo de los gobernadores, quienes deberán decidir si acompañan la política de Milei o continúan con una estructura estatal que, según el oficialismo, asfixia a la producción y frena el crecimiento económico.