En 2025, la Argentina renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado en unas elecciones que podrían cambiar significativamente la composición del Congreso. Se elegirán 127 diputados nacionales y 24 senadores en ocho distritos: Ciudad de Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
El oficialismo, representado por La Libertad Avanza (LLA), tiene la posibilidad de aumentar su representación en ambas cámaras, mientras que el PRO y el peronismo son las fuerzas que más arriesgan bancas en estos comicios. Esta elección también marcará el debut de la Boleta Única Papel, lo que podría modificar estrategias de campaña y movilización electoral.
Diputados: Una Renovación Clave
En la Cámara de Diputados, LLA arriesga solo 8 de sus 39 bancas, lo que le permite aspirar a un crecimiento significativo. Si el oficialismo repitiera el resultado del balotaje presidencial (55% de los votos), podría sumar más de 30 bancas y acercarse a los 90 diputados propios, un número que le daría mayor capacidad de negociación y gobernabilidad, aunque sin alcanzar el quórum propio de 129 diputados.
Por el contrario, el PRO y el peronismo son los más perjudicados en esta renovación. El PRO arriesga 23 de sus 37 bancas, incluyendo figuras claves como María Eugenia Vidal, Diego Santilli y Fernando Iglesias. La crisis interna y la competencia con LLA ponen en duda su capacidad para mantener su representación actual.
El peronismo, bajo la coalición de Unión por la Patria (UxP), enfrenta un desafío aún mayor, ya que renueva 46 de sus 98 bancas. Entre los nombres destacados que terminan su mandato están Daniel Arroyo, Daniel Gollán, Leandro Santoro y varios sindicalistas como Sergio Palazzo y Hugo Yasky. La pérdida de estas bancas podría debilitar a la oposición tradicional y dar mayor margen de acción al oficialismo.
Otros bloques también se juegan su continuidad. La Unión Cívica Radical (UCR) pone en juego 14 de sus 20 bancas, mientras que Encuentro Federal, que lidera Miguel Ángel Pichetto, arriesga 8 de sus 16 bancas, incluyendo figuras como Florencio Randazzo y Ricardo López Murphy. La Coalición Cívica podría quedar casi extinta si no logra renovar sus cuatro bancas en disputa.
Senado: El Riesgo de una Pérdida Histórica para el Peronismo
En el Senado, LLA tiene la mayor posibilidad de crecimiento, ya que no pone en juego ninguno de sus seis escaños actuales. Si repite el desempeño de la elección presidencial, podría duplicar o incluso triplicar su representación, alcanzando entre 12 y 18 senadores. Sin embargo, para lograr el quórum de 37 senadores, necesitaría alianzas con bloques dialoguistas.
Por su parte, el peronismo enfrenta la posibilidad de perder la mayoría en el Senado por primera vez desde el regreso de la democracia. Hoy cuenta con 33 bancas, pero debe renovar 15 de ellas. Entre los senadores que terminan su mandato se encuentran figuras claves como Oscar Parrilli y Martín Doñate, del kirchnerismo. Si la elección resulta adversa, el peronismo podría quedar con menos de 30 senadores, lo que lo obligaría a negociar cada iniciativa legislativa.
El PRO también está en una situación delicada, ya que pone en juego dos de sus siete bancas: Guadalupe Tagliaferri y Alfredo De Angeli. La salida de Luis Juez del bloque también debilita la cohesión del espacio.
Por el lado de la UCR, dos de sus trece bancas están en juego, incluyendo la de Martín Lousteau, quien podría enfrentar una difícil contienda contra candidatos fuertes del oficialismo y el kirchnerismo.
Las elecciones legislativas de 2025 podrían modificar profundamente la dinámica del Congreso. Mientras que el peronismo y el PRO arriesgan gran parte de su representación, LLA tiene la oportunidad de consolidar su poder y aumentar su influencia parlamentaria. Con una economía en recuperación y un alto nivel de aprobación del gobierno, el oficialismo parte con ventaja, pero la incertidumbre sobre las PASO y la estrategia de la oposición podrán definir el resultado final.
Redactor: Quirós Joaquín