Comenzó a correr el cronómetro electoral. Los políticos vuelven de vacaciones y el que no lo hace, inicia a contrarreloj. Quiénes defienden sus bancas y quiénes buscan quedarse con una en Tucumán.
El peronismo jaldista irá por la renovación de Elia y Agustín Férnandez; Paula Omodeo busca una tabla de salvación que hoy CREO no representa por su falta de estructura; Roberto Sánchez se condena esquivándole a Milei; La Libertad Avanza aparece como una nueva alternativa con Lisandro Catalán a la cabeza; el PRO ya no existe; Bussi y Alfaro analizan el escenario en silencio; Campero rompió con la UCR y apunta a encolumnarse detrás de Milei con la guía de Patricia Bullrich; por su parte, el manzurismo intentará incomodar a Jaldo con la inclusión de Javier Noguera como Diputado Nacional.
“La política no se toma vacaciones”, esa es la filosfía de muchos funcionarios con experiencia que son conscientes de que, dentro de un año donde se llevarán adelante los comicios, no pueden ni siquiera pestañar. Mientras tanto, otros -tal vez más inexpertos, ingenuos o poco comprometidos- se pasaron el verano tomando sol y comiendo rabas.
El lecho tradicional en el que descansaba la política fue pateado por Javier Milei, quien desconfiguró el clásico esquema político de Argentina. Los números, totalmente impensados por la dirigencia tucumana en las elecciones nacionales de 2023, llenaron de incógnitas al tradicionalismo; concepto acompañado por una práctica destructiva para los intereses de la gente y extremadamente beneficioso para las ambiciones de la casta.
Victorias electorales en bastiones peronistas del interior tucumano fueron muestra de que el cambio de época se está gestando y tomando forma. La maquinaria peronista fue incapaz de detener la ola mileísta. Sin embargo, ahora el economista libertario no irá en la boleta y todos se preguntan cómo va a reaccionar el electorado ante muchos factores que alteran la psicología del ciudadano a la hora de tomar decisiones.
Muchas son las incógnitas y pocas las respuestas luego de la revolución liberal. Los defensores de las ideas de la libertad buscarán continuar lo iniciado por Milei, los radicales quieren recuperar su identidad, el PRO y CREO saben que sin alianzas están destruidos en las nacionales y Fuerza Republicana aún escupe para sacarse el mal sabor que le dejó el despego del libertario de la figura de Ricardo Bussi. Por otro lado, el peronismo sufre una puja interna entre los que disimulan “haberla visto” y sacan el lado más pragmático heredado de Perón y aquellos fervientes opositores, quienes antes de votar algo a favor de la Nación prefieren seguir bajo el ala de su líder condenada (Cristina Fernández de Kirchner).
Los peronistas que quieren atornillarse en la Cámara Baja
En la actualidad el peronismo posee 5/9 bancas en la Cámara de Diputados de la Nación, siendo dos de ellas las que caducan su mandato este año. Elia y Agustín Fernández son dos de los integrantes del Bloque Independencia, bancada que se abrió de Unión por La Patria para acompañar en algunas medidas al Gobierno de la Nación.

Ese alineamiento con Milei fue visto por Osvaldo Jaldo como un posible guiño al votante de derecha de Tucumán, quien en muchas ocasiones se deja llevar por los cantos de sirena. Tanto Agustín Férnandez como Elia son dos figuras de perfil bajo ante los medios; ni hablar de su presencia en redes. Sus apariciones en diarios y televisión abierta son muy pocas; tal vez no les hace falta porque durante estos años trabajaron otras cuestiones que le fueron efectivas para enquistarse en el poder durante más de dos décadas.
Es casi un hecho que el Gobernador va a colocarlos como sus caballos de carrera para alcanzar la meta y volver a quedarse con los primeros puestos. Si tienen el respaldo de Jaldo, su estructura en Aguilares y un poder político importante, poco les importa exponerse mediáticamente. Su ingeniera tradicional de la política puede seguir siéndoles úti, pero aún no contemplan algunos factores modernos que pisan fuerte en las camapañas electorales y posiblemente también lo haga en los resultados.
El manzurismo pone a calentar a sus jugadores
Existe una parte del peronismo que es totalmente reacia al mileísmo y, a causa de eso, se profundizó más la grieta con el jaldismo, una grieta que existe hace tiempo aunque traten de maquillarla.
En ese marco nos topamos con figuras disidentes del oficialismo provincial que, a pesar de esa disidencia, también forman parte del mismo rejunte de “peronistas” y oportunistas con sed de poder. La tropa está comandada por Cristina Kirchner, quien es secundada por Juan Manzur y sus aprendices: Javier Noguera, Rossana Chahla y Carlos Cisneros. Estos dos últimos están en ejercicio dentro de sus respectivos cargos de Intendente y Diputado, de tal forma que el ex Intendente de Tafí Viejo emerge como principal figura para incomodar al jaldismo y ser incluído en la lista, o bien cortarse por fuera y fragmentar el peronismo como muchas veces se pensó que pasaría.
La Libertad busca avanzar en Tucumán
Si bien hoy el mileísmo quien domina la opinión pública y así se logra palparlo en redes sociales y también en las calles, la realidad es que, en Tucumán, solo tiene dos representantes propios: Gerardo Huesen (Diputado Nacional) y José Macome (Legislador deTucumán).
Pese a ello, hay una figura que pesa mucho más políticamente y cuenta con una importante imagen positiva, Lisandro Catalán. El funcionario nacional es pieza fundamental dentro del Gabinete de Milei y cuenta como la mano derecha de Guillermo Francos. Su imponente perfil lo posiciona como una posible alternativa de LLA para poner la cara por el flamante partido en los comicios.
Una encuesta reciente dejó en claro que la intención de voto es mayoritaria para los libertarios en suelo tucumano y eso genera un incógnita que solo sabremos en el oscurecer de la jornada electoral, ¿La Libertad Avanza vende como marca o el factor aglutinante es Milei?
No obstante, el partido sigue trabajando duro de la mano de sus dirigentes e intenta posicionarse en cada sector de la provincia con Lisandro como capitán y principal figura partidaria.
El determinado Campero y su “Cambia Tucumán”
Mariano Campero le soltó la mano al radicalismo provincial y nacional que sigue la línea de Martín Lousteau, presidente de la UCR. No tan solo eso, sino que en alguna entrevista soltó que “Gobernó Yerba Buena a pesar del radicalismo” y luego apuntó a figuras particulares como Silvia Elías de Peréz y José Cano, a quienes llamó “yunques de la vieja política”.
Su participación en estas elecciones tendrían a Sebastián Salazar como primer ficha. El ex intendente de Bella Vista terminó su gestión al frente del municipio ubicado en Leales pero no pudo obtener una banca en la Legsilatura provincial ni mucho menos en el Congreso Nacional. Su mujer, Paula Quiles, representa la continuidad de sus ocho años de gobierno y ambos se posicionan como aliados fieles al camperismo que, se calcula, apunta a una alianza con Milei. O al menos su comportamiento en Diputados luego de romper con la UCR y su expulsión del partido hacen suponer eso.
La tibieza de Sánchez y las viejas mañas de Cano
El radicalismo quedó con un solo diputado tras expulsar a Campero, se trata de Roberto Sánchez, concepcionense que sufrió un durísimo golpe en las elecciones provinciales donde Jaldo lo masacró por más de veinte puntos. Cano, su acompañante, también es una de las cara de la derrota de la oposición tucumana que jamás supo cómo entrarle al electorado.
Ambos anunciaron que irán por fuera del oficialismo nacional y jugarán sus cartas junto con Silvia Elías, Agustín Romano Norri y el resto de dirigentes radicales y peronistas que “no se sientan parte de ningún extremo”. El hecho curioso es que, en un contexto dicotómico donde los opositores deberían unir fuerzas contra el kirchnerismo, Cano rompa la oposición luego de haberse sentado a solas con el Gobernador tucumano.
Un día se reunieron en Casa de Gobierno y al otro salió con los tapones de punta contra los libertarios y especialmente para pegarle a Milei. Esta sucesión de hechos es, por lo menos, llamativa.
Paula Omodeo, la llama que no se quiere apagar
Llegó al Congreso dentro de Juntos por el Cambio para luego romper y armar su monobloque por diferencias ideológicas. Como sabemos, JxC era una ensalada política de corta vida. En esa alianza, Omodeo no encontró muchas coincidencias y decidió ir por su lado.
Fiel a su estilo, se llevó muchas miradas por sus eufóricos discursos parlamentarios y su participación picante en los medios. A pesar de esto, parece no tener un trampolín propio que la impulse a comandar la batuta opositora. Su partido, CREO, no cuenta con una buena estructura y a veces parece carecer de dirigentes en el resto de la provincia, lo que representa un serio problema en un terreno tan complicado como el tucumano.
Su astucia -se calcula- la hizo tejer buenos lazos a nivel nacional, siendo estos un importante farctor a tener en cuenta a la hora de armar las listas. La falta de figuras femeninas en el arco opositor tucumano y lo prematuro que es el partido mileísta en Tucumán puede abrirle una puerta a Paula. Fuera de eso, el panorama se le complica demasiado.
Bussi, el gran perdedor que nunca se debe subestimar
Hasta hace poco tiempo se relacionaba directamente a Javier Milei con Ricardo Bussi. El acto multitudinario en Plaza Alberdi, sus abrazos en el escenario, las palmadas en el Luna Park y el sinfín de recursos que gastó el derechista tucumano son algunos de los episodios que recuerda con bronca y frustración.
Su alejamiento de Milei fue involuntario, poco a poco vio cómo se le escapaba el protagonismo en manos de actores impensados que se quedaron con el sello. No obstante, dar por muerto a alguien que, junto con su partido, sobreviven elección tras elección no sería muy inteligente. No por el hecho de que pueda ganar una banca, sino por el daño que puede genrarle a la oposición un pequeño caudal de votos bussistas que nunca lo abandonan.
Su lugar en la oposición es incierto, su papel en el mileísmo confuso, pero su piso electoral es un hecho y puede entorpecer a la lista opositora. Tal vez eso es lo que se cruza por la cabeza del republicano a la hora de contemplar distintas alternativas. Aunque también se debe tener en cuenta que Jaldo maneja mejor que nadie el “divide y reinarás”.
Alfaro, el silecioso que sabe todos los movimientos
Fue funcionario de distintos gobiernos peronistas y gobernó la capital tucumana durante ocho años, pero un día la gente le dijo basta. Coquetea con Milei utilizando a su mujer en el Senado y le tira guiños a Jaldo cuandos se reúnen en Casa de Gobierno. El líder del PJS, al igual que Bussi, sabe que los años dentro de la política y su caudal de votos pueden ser moneda de cambio para negociar.
Algunos especulan con su incoproración a una lista peronista no kirchnerista dentro de una interna feroz en la que se necesite dirigentes de choque y experiencia. Más allá de eso, todo es suposición, lo que si es seguro es su listado de planes desde la A hasta la Z que carga bajo el brazo para lograr la supervivencia política que tanto le quita el sueño.
Son muchos los actores y también los factores a tener en cuenta a la hora de analizar el desenlace electoral. Mientras el pueblo trabaja mcuhos dirigentes hacen caja, arman estructuras y comienzan a fidelizar gente con recursos ajenos. También están aquellos que se movilizan y tratan de contrarrestar el desequilibrio de poder que sufren. Sin embargo, el cambio de época arrastra novedades que solo sabremos cuando se terminen de contar los votos.