El senador nacional, Juan Manzur, fue fotografiado durante sus lujosas vacaciones en Pinamar.
La costa argentina y particularmente Pinamar, casualmente la más costosa, suele ser el lugar elegido por buena parte de la casta política argentina para descansar durante el verano.
Un tucumano que es fanático de esas playas, privilegios, lujos y pereza, es Juan Manzur. De hecho, el ex gobernador fue fotografiado en los últimos días mientras caminaba en el ingreso del exclusivo balneario Casa Mar.
El ex Gobernador de Tucumán tiene más asistencias a la playa y los balnearios que en el Senado, lugar que ocupa desde 2023 cuando le fue cedida la banca por su amigo Pablo Yedlin.
Tucumán es un nido de corrupción, una fuente de ingresos para la clase política que se desprende de las necesidades reales del pueblo y así lo dejen entrever. En este contexto, Manzur es parte de ese círculo privilegiado que coloca sus intereses por encima de cuaqlueir otra cosa y, en lugar de trabajar para sacar adelante el país, se toma inmerecidas vacaciones.
El médico es un hombre de alta exposición mediática, por eso llama la atención su desaparición en el escenario política y a la vez su fuerte presencia en los centros vacacionales. La gente que lo votó espera que cumpla el rol para el que fue designado, acompañando al Gobierno provincial y golpeando puertas en Buenos Aires para intentar mejorar la vida de los tucumanos. Sin embargo, no sucede nada de eso.
La necesidadque pasan los tucumanos no es la misma que pasa él, claramente. Durante más de 20 años ocupó cargos públicos. Fue Ministro de Salud, Vicegobernador dos veces, Jefe de Gabinete Gobernador durante dos periodos.
No conforme con eso, si no hubiese sido por la intervención de la justicia electoral, Manzur hoy todavía formaría parte de la fórmula ejecutiva, debido a que intentó ser vicegobernador de Jaldo, pero la ley no se lo permitió. Pero siempre tienen un as bajo la manga; el doctor ya tenía reservado un lugar en el Senado de la Nación, escaño cubierto por su cómplice Yedlin.
En ese cargo no llega ajustado a fin de mes, se ausenta en el Parlamento y cobra 9 millones mensuales. Minimamente debería volver al trabajo y así será, solo porque la gestión nacional lo obliga.
El Congreso fue convocado por Javier Milei para trabajar en sesiones extraordinarias y tratar, entre otros temas, la eliminación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y los pliegos de Ariel Lijoy de Manuel García Mansilla para la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Por lo que Manzur disfruta sus últimas días de ocio. Al menos es lo que uno espera.