Cuatro influencers kirchneristas viajaron a Venezuela para bancar a Maduro y mostrar una realidad alterada del país bolivariano. Todo fue financiado por el Estado de ese país.
Se trata de los usuarios Monto-Miamai, Flequillo Feminazi, Mini Néstor y Rodrigo Fronzo; todos ellos son integrantes del autodenominado grupo “La Liga de La Justicia Social”. Este es una banda de militantes declarado de “interés cultural” por la Universidad de Las Artes, uno de los principales nidos de adoctrinamiento de la educación pública K.
El inicio
Todo comenzó cuando el dictador Nicolás Maduro anunció la realización de “El Festival Internacional de la Juventud Antifascista” el 11 de noviembre de 2024, donde convocó a las minorías zurdas a forjar una resistencia para derrotar al supuesto fascismo en lo que él considera “una avanzada fascista global”. “Primero debemos buscar la manera pacífica, pero, si se diera el caso, tenemos que hacerlo con las armas en las manos”, invitó el golpista.
En aquel discurso, Maduro apuntó personalmente contra Javier Milei, a quien considera uno de los principales rivales del sistema político internacional. Además, el dictador venezolano compartió la idea de crear una escuela de formación antifascista que integre “todos los métodos de formación para combatir dicha ideología”.
El festival, el viaje y los carpetazos
Los cuatro influencers viajaron al país bajo el regimen narcodictatorial de Maduro para participar de dicha “festividad” y apoyar la dictadura chavista.
Su aventura socialista estuvo caracterizada por todo lo relacionado al socialismo: vida de lujos a costa del hambre y necesidad de los contribuyentes. Por empezar, las fotos posteadas y las historias subidas por los “justicieros”, mostraban viajes en avión, cabe destacar que los vuelos a Venezuela rondan los USD 2000; su hospedaje cinco estrellas en el Hotel Meliá está tasado en USD 230 por noche; sumado a eso, los costos se disparan con la comida y la movilidad otorgada por el gobierno de Maduro.
Las pruebas
Según investigó el medio digital el disenso, el influencer Rodrigo Fronzo mostró a cámara una imagen donde asegura que fueron invitados al “Congreso Mundial de Jóvenes” en Caracas. Luego dejó ver un documento donde se logra leer que en realidad no era un Congreso, sino un Festival. Según las fotos que podemos ver, quien los contacta es JPSUV, que es “Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela”, liderado por Maduro.
Ese documento tiene en su pie la firma de Grecia Colmenares, Ministra de Juventud de aquel país que, entre tantas carteras innecesarias, tiene una destinada para el adoctrinamiento juvenil.
Lo que la Liga de la Justicia Social no tuvo en cuenta, es que este archivo evidenció el financiamiento del ministerio madurista para promover una realidad distinta del infierno sudamericano que es Venezuela realmente.