Es año electoral y el PRO lo sabe, tal es así que mientras sus columnas comienzan a derrumbarse, sus referentes abandonan la casa para ir a una mas segura: La Libertad Avanza.
Desde el mismo momento en el que el kirchnerismo amenazó con defender la presidencia tras el 36,3% de Sergio Massa contra el 30% de Milei y el 23.8% de Bullrich, algo comenzó a acomdoarse: el antikirchnerismo.
Con la irrupción de Milei la política comenzó a mirar el nuevo enfoque, donde el equilibrio fiscal, el recorte sobre el gasto público, la transparencia, los lazos internacionales con las democracias y economías de libre mercado y la mano dura, fueron temas centrales. Todas las temáticas recién enumeradas fueron y son compartidas por dos partidos opositores que concuerdan en esa columna vertebral de ideas: PRO Y LLA.
Así como Patricia Bullrich, hoy ministra de Seguridad, lo entendió, también lo comprendió el electorado amarillo. Esos votos que emigraron desde las puertas macristas hacia el innovador barco mileísta, marcaron el camino de muchos dirigentes que siguieron sus huellas entendiendo lo que pide la gente.
El de Patricia fue el primer salto, casi inmediatamente se abrazó a Milei para luego formar parte del Gabinete y hoy en día ser una figura importantísima en el equipo de trabajo del Gobierno Nacional. Bullrich al fin pudo ser Bullrich, sin estar atada a patrones de tibieza macrista que limitaban su accionar. Así como ella, muchos quieren subirse a la oleada. No porque el liberalismo sea una moda, sino porque el pueblo lo demanda, la coyuntura lo ameria y el peronismo nunca termina de morir; es más, permanece amenazante esperando su momento para volver a dominar.
Luego de los pasos iniciados por Patricia, muchos diputados comenzaron a alinearse en cuanto a lo discursivo. Las sesiones extraordinarias para aprobar la Ley Bases fue una maratón donde se sacaban al sol trapitos kirchneristas. Las vociferaciones feroces contra la clase política tradicional. Damián Arabia, Cristian Ritondo, Luis Juez, Lospennato, entre otros parlamentarios, comenzaron a despojarse de sus ropas amarillas para ponerse la camiseta violeta dentro del parlamento.
Oficialmente viven dentro de la casa que está en pleno derrumbe, se cubren de los escombros que se sueltan y de vez en cuando se tapan la nariz cuando recorren algún pasillo sucio. Sin embargo, todos saben que se mudarán en breve; algunos van y vienen, habitan en una casa pero tienen domicilio en la otra, una pintada de violeta. Son conscientes de que el futuro no se puede construir en un hogar que ya es inhabitable.
Luis Juez casi que dio el portazo cuando sacó a la luz sus diferencias con Macri, afirmando que Javier Milei es el único Presidente al que considera amigo y resaltando que Mel ex mandatario era autoritaio y molesto. La salida oficial mas reciente es la del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien ya llevó sus pertenencias a la casa de la libertad.
Florencia Klipauka, una de las diputadas del bloque libertario representando a Misiones, también cambió la camiseta ni bien terminado el partido.
Nuestra provincia no es la excepción, sucedió lo mismo. Los integrantes del practicamente extinto PRO Tucumán no pensaron mucho a la hora de acercarse a la mesa libertaria con la invitación de Patricia Bullrich y formar el PRO Libertad. Actores políticos de distintos sectores buscaron unir fuerzas para formar una coalición opositora que pueda hacerle frente al Partido Justicialista, aparato que siempre lleva las de ganar en suelo tucumano.
Los pasillos de diferentes hoteles y bares de San Miguel vieron desfilar a figuras como Ramiro Bety (ex concejal de Concepción y Presidente del PRO Tucumán), Rolando Argañaraz, Álvaro Apud (concejal de Yerba Buena), Guillermo “Burro” Casanova (ex concejal de la ciudad gobernada por Machiarolla), entre tantos otros que, como todos, son conscientes de la devacle del partido macrista y buscan recinventarse y sumar lo que tengan para ofrecer bajo el ala liberal.