En una decisión que busca atender una problemática creciente en el país, Patricia Bullrich, parte del equipo de gobierno de Javier Milei, anunció el regreso del Servicio Cívico para jóvenes de entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan.
Este programa, que se implementará de manera voluntaria, tiene como objetivo principal brindar herramientas de formación, disciplina y valores cívicos a una población juvenil que, según datos recientes, enfrenta altos niveles de desmotivación y desconexión con el sistema educativo y laboral.
¿Qué es el Servicio Cívico y a quién está dirigido?
El Servicio Cívico está diseñado específicamente para jóvenes conocidos como “ni-ni”, aquellos que no están integrados al sistema formal de educación ni al mercado laboral. Según las estadísticas, este sector representa aproximadamente el 22% de los jóvenes argentinos, una cifra que ha generado preocupación en el ámbito social y político.
(Video de Patricia sobre el Servicio Cívico en 2019)
El programa, que estará a cargo de las fuerzas de seguridad y personal capacitado, ofrecerá una serie de talleres y actividades prácticas enfocadas en:
Capacitación laboral: Los participantes podrán aprender oficios y habilidades que les faciliten el ingreso al mercado laboral.
Formación cívica: Se promoverá el respeto por las instituciones, el orden y la responsabilidad ciudadana.
Desarrollo personal: Con actividades destinadas a fortalecer la autoestima, el trabajo en equipo y la resolución de conflictos.
Un enfoque voluntario y formativo
Patricia Bullrich aclaró que la participación en el Servicio Cívico será completamente voluntaria. Esto busca garantizar que quienes decidan sumarse lo hagan con interés genuino en aprovechar las oportunidades que ofrece el programa. Además, se planea incluir incentivos como certificaciones oficiales y formación reconocida en áreas específicas, lo que podría mejorar la empleabilidad de los jóvenes que completen el programa.
Aunque el Servicio Cívico ya tuvo una experiencia previa bajo gestiones anteriores, esta nueva versión apunta a corregir fallas del pasado, con un enfoque más integral y adaptado a las necesidades actuales de los jóvenes.
Una medida en línea con los valores del gobierno de Milei
El regreso del Servicio Cívico se alinea con los valores que Javier Milei ha promovido desde su campaña: responsabilidad individual, esfuerzo y meritocracia. Si bien el programa no es obligatorio, está diseñado para premiar el compromiso y el interés de los participantes, en lugar de ser una política asistencialista tradicional.
Desde el gobierno, se considera que esta medida es un paso hacia la construcción de una sociedad más productiva y cohesionada, con ciudadanos más preparados para enfrentar los desafíos del mercado laboral y la vida adulta.
Críticas y posibles desafíos
Como era de esperarse, la medida ha generado opiniones divididas. Algunos sectores consideran que el programa puede resultar insuficiente para abordar el problema de fondo: la falta de oportunidades laborales y educativas estructurales en el país. Además, existe preocupación sobre el estigma que podría recaer sobre los jóvenes que participen en el programa, así como el rol de las fuerzas de seguridad en su implementación.
Por otro lado, los defensores de la iniciativa argumentan que el Servicio Cívico es una herramienta valiosa para jóvenes que no tienen otras alternativas, brindándoles un entorno donde puedan desarrollar habilidades prácticas y valores fundamentales.
Uno de los principales desafíos será garantizar que el programa cuente con los recursos necesarios para ser implementado de manera efectiva y que no quede reducido a un proyecto simbólico sin impacto real.
Impacto esperado en los jóvenes y la sociedad
El objetivo final del Servicio Cívico es reducir el porcentaje de jóvenes fuera del sistema educativo y laboral, integrándolos a la sociedad de manera productiva. Al proporcionar una formación que combina habilidades técnicas y valores cívicos, el programa busca no solo mejorar la situación individual de los participantes, sino también contribuir a una sociedad más ordenada y funcional.
Si bien todavía falta conocer detalles específicos sobre su implementación, desde el gobierno se espera que el programa pueda tener un impacto positivo en las comunidades más vulnerables, donde el porcentaje de jóvenes “ni-ni” suele ser más elevado.
Fuente: Infobae