El periodista de Telefe, Guillermo Panizza, sufrió un grave problema de salud en medio de un vuelo que debió aterrizar de urgencia en Bolivia para atenderlo. Si bien se encuentra fuera de peligro, causó conmoción al revelar los detalles del caso.
Todo comenzó cuando Panizza embarcó un avión junto a su esposa Giselle y sus dos hijas, Magui y Lola, para disfrutar de unas merecidas vacaciones. A las pocas horas, el protagonista comenzó a sentir “sensaciones extrañas” como “mucho calor, palpitaciones y náuseas”.
“En pocos segundos, sentí como si me hubiera apagado, todo se puso negro, no puedo calcular cuánto tiempo, los recuerdos desde ese momento se tornan difusos”, relató en sus redes sociales. Más tarde, los médicos confirmarían que se trató de un episodio cardíaco.}
Los movimientos convulsivos de su cuerpo y sus gritos despertaron a su pareja y a sus hijas. De inmediato, su familia pidió asistencia a la tripulación de la aeronave por el fuerte dolor de pecho y la falta de aire.
“Atentas y eficaces, las azafatas acercan un tubo de oxígeno. Dos pasajeros médicos ordenaban el panorama e intentaban tomar una decisión. Personal de a bordo pide la presencia del comandante: había que resolver”, recordó.
Y continuó: “Erik Manuel Cabrera Castedo es un reconocido neurocirujano recibido en la UBA; Sergio Papier un prestigioso especialista en medicina reproductiva. Los dos acudieron de inmediato al llamado de las azafatas. Los dos me asistieron, contuvieron a mi familia, nos ayudaron en la urgencia”.
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Aterrizaje de emergencia en Bolivia
En tal sentido, Guillermo Panizza aseguró que Cabrera Castedo no dudó en pedir que el avión aterrice de emergencia en el aeropuerto más cercano. El médico boliviano estampó su firma y aportó su matrícula profesional para avalar el aterrizaje.
A los 15 minutos, la nave tocó tierra en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. “Me dolía el pecho y me faltaba el aire. Cuentan que mi hija menor lloraba desconsolada y la mayor se descompuso. Estaban en shock. Aterrizamos. No tengo mucha noción del tiempo. Sí, supe que Erik le dijo a Gise que me lleven ‘sí o sí’ a la Clínica de las Américas, la más cercana al aeropuerto”, rememoró.
Y agregó: “Ella me acompañó en la ambulancia, mis hijas detrás en un taxi gestionado por el personal de Aerolíneas Argentinas, con las cuatro valijas de mano. A la situación desesperante se le agregaba la incertidumbre de encontrarnos en un país extranjero”.
Cómo sigue la salud de Guillermo Panizza
“Nada como estar en casa, después de tantos estudios y temores, después de esos cinco días de incertidumbre, tratando de determinar qué pudo producir un ‘síncope convulsivo’, posiblemente por una arritmia según los médicos de Santa Cruz de la Sierra”, añadió el cronista.
A modo de cierre, el reportero televisivo aseguró que “los exámenes son alentadores, todo parece ir bien y después de seguir la internación en Buenos Aires”. “Ya estoy en casa con el susto y los pensamientos positivos que deja todo lo que pasó durante las ‘vacaciones’ en la clínica”, concluyó.