Según los científicos, la frecuencia de los incendios forestales en la región andinopatagónica de Chile y Argentina, como los que afectan por estos días al Parque Nacional Los Alerces y al brazo Tristeza del Nahuel Huapi, se ha incrementado sensiblemente en las últimas décadas y podrían multiplicarse varias veces durante los próximos años por acción del cambio climático.
A su vez hay miradas complementarias -quizás más “optimistas”- de más corto plazo, que proponen la aplicación de políticas centradas en el manejo de los bosques como recurso para aminorar la propagación de los fuegos.
“En las últimas décadas los fuegos se están haciendo de mayor tamaño, de mayor severidad; se produce más mortalidad de árboles, es decir, el fuego es más intenso, y (los incendios) se están produciendo en forma más frecuente”, advirtió Thomas Kitzberger, biólogo especializado en Ambiente, Conservación y Sustentabilidad, durante una entrevista realizada por Telam.
El científico argentino comentó que “si antes teníamos incendios grandes cada 20 años, ahora estamos teniendo incendios grandes tres o cuatro veces por década, es decir que estamos notando ya ciertas tendencias a que el sistema está cambiando”.